Varios países latinoamericanos apuestan por una Amazonía «desarrollada, sostenible y preservada»
Los miembros de la OTCA concuerdan en que la región sufre las mayores amenazas de su historia
Los países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) han apostado este martes por una Amazonía «desarrollada, sostenible y preservada» tras entender que la región es «un bioma complejo que requiere medidas de gestión y que se ha enfrentado a una serie de amenazas a su integridad».
La secretaria general de la OTCA, Alexandra Moreira, ha declarado que existe en la actualidad un «doble desafío» para proteger la región, pues se necesita una acción «urgente» y el desarrollo de «políticas públicas basadas en evidencias científicas y en la producción de escenarios regionalizados».
«Estos escenarios científicos demuestran la necesidad de deforestación cero para 2030, y una de las medidas para alcanzar este objetivo es la lucha contra el crimen ilícito y organizado en varios territorios amazónicos», ha explicado Moreira, según recoge un comunicado de la organización.
«Esta declaración con nuevas directrices no sólo da impulso a la OTCA, sino también a cada uno de los gobiernos de los países para fortalecerse a nivel nacional, respetando sus territorios amazónicos, especialmente en las zonas fronterizas, revitalizando las agendas de cooperación binacional y trinacional. Quiero agradecer la propuesta de asistir a la OTCA para reforzar, fortalecer y modernizar la institucionalidad y gobernabilidad», ha añadido la secretaria.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha asegurado que este fortalecimiento institucional «se basará en la ciencia» gracias a los datos que recopila el Observatorio Regional de la Amazonía.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha propuesto la creación de un tribunal internacional para juzgar a escala global los crímenes contra la selva y una especie de «OTAN Amazónica», como ha resumido una iniciativa de cooperación militar para coordinar la proteger las reservas naturales de la deforestación.
«Nuestra misión es cuidar este ecosistema único y promover el desarrollo sostenible», ha manifestado el presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce. Además, el mandatario boliviano ha rechazado «cualquier intento de dominación o explotación de la región por parte de potencias extranjeras, así como la instrumentalización de intereses geopolíticos que pongan en riesgo la armonía de la Amazonía».
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha advertido sobre las amenazas que sufre la región, a las que ha calificado de las más graves en toda la historia, y ha pedido llegar a un acuerdo de «desarrollo integrado e inclusivo».
«En este momento estamos llamados a pensar en una identidad amazónica en el fortalecimiento de la institucionalidad y también en lo que significa la identidad amazónica», ha expuesto la vicepresidente de Venezuela, Delcy Rodríguez, que ha asistido en lugar del mandatario del país, Nicolás Maduro. En ese sentido, ha recordado que la región está habitada por más de 400 pueblos indígenas, por no hablar de la «inmensa diversidad» de vegetación.
«Tenemos que pasar de un modelo de vida basado en la explotación a un modelo centrado en la conservación, en el que la biodiversidad y los servicios ecosistémicos sean la piedra angular de nuestro desarrollo», ha proclamado el ministro de Exteriores de Ecuador, Gustavo Manrique Miranda.
El trabajo de la OTCA ha sido alabado por el primer ministro de Guyana, Mark-Anthony Phillips, por centrarse en la «implementación de la agenda estratégica de desarrollo sostenible para la región», que puede sufrir grandes consecuencias por el cambio climático.
«Tenemos que actuar en favor del medio ambiente. Para ello es necesario reforzar la cooperación entre los países mediante el intercambio tecnológico», ha sostenido el ministro de Exteriores de Surinam, Albert Randim.
La reunión entre los diferentes líderes de la región ha tenido lugar este martes en la ciudad brasileña de Belém para tratar de abordar algún tipo de estrategia común con la que proteger la Amazonía, bajo la premisa de que, como ha apuntado Lula, «nunca fue tan urgente» que todos los países vinculados a esta zona selvática se sienten a la misma mesa.