Siete militares colombianos van a juicio disciplinario por el atentado a un cuartel en Cúcuta
Siete militares del Ejército de Colombia se enfrentan a un juicio disciplinario por supuestas negligencias que habrían facilitado el atentando atribuido a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) el pasado junio en un cuartel de Cúcuta, en Norte de Santander.
La Procuraduría de Colombia sostiene que no se cumplieron los protocolos de seguridad pertinentes, que hubieran sido «fundamentales» para detectar los explosivos que dentro de una furgoneta detonaron en la base militar, hiriendo a una treintena de personas, informa la emisora Caracol Radio.
Entre quienes tendrán que acudir a declarar hay cuatro oficiales del Ejército, entre ellos el coronel Ilvar González Villamil, a quien se le reprocha no haber gestionado y facilitado lo necesario al Batallón de Apoyo y Servicios de Cúcuta, como «los binomios caninos para el control e inspección de ingresos de vehículos».
González Villamil y el jefe del Estado Mayor, el coronel Pedro María Vega ya fueron días después del atentado relevados de sus cargos de responsabilidad por estos hechos.
A mediados de junio, una furgoneta ingresó en las instalaciones que la brigada 30 del Ejército de Colombia dispone en el Cantón Militar San Jorge, en Cúcuta, una ciudad situada en el noreste, explotando hasta en dos ocasiones, provocando daños materiales y al menos treinta heridos entre soldados y civiles.
Si bien las autoridades colombianas se apresuraron a responsabilizar al ELN, ellos siempre han negado estar detrás del ataque, uno más de los que se han registrado durante los últimos meses en Cúcuta, escenario de disputas entre varios grupos armados, como la ya citada guerrilla, los paramilitares del Clan del Golfo o Los Rastrojos.