Malí anuncia la muerte de «numerosos terroristas» culpables de atacar varios pueblos en el centro del país

El Ejército de Malí ha anunciado este martes la eliminación de «numerosos terroristas» que habían atacado el lunes los pueblos de Faba y Bouyagui Were, en la región de Segú (centro), dejando víctimas entre los habitantes y saqueando sus propiedades.

«La fuerza aérea (…) encontró su base al norte de Bouyagui Were. Un ataque preciso ha destruido la base y neutralizado a numerosos terroristas que han sembrado la destrucción entre las poblaciones de la región durante un tiempo», ha comunicado el Ejército en su página web.

Además, fuentes locales contactadas por la emisora Radio France International (RFI) han informado de que militares malienses y miembros de la organización paramilitar rusa Grupo Wagner han ejecutado a 25 personas pertenecientes a la comunidad fulani y entre los que habría hombres y «niños jóvenes».

Los hechos habrían ocurrido el pasado viernes, cuando los soldados llegaron al pueblo de Velingara, en la misma región previamente mencionada, para arrestar a los 25 y trasladarles a dos kilómetros del lugar, donde las mismas fuentes han encontrado los cuerpos «apilados unos sobre otros, algunos con los ojos vendados, acribillados a balazos o degollados, y muchos quemados», un suceso que han calificado de «persecución étnica».

Expertos de la ONU ya han reclamado en el pasado una serie de investigaciones por supuestos abusos de Derechos Humanos y posibles crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en Malí por parte de mercenarios del Grupo Wagner contra la comunidad fulani.

Malí, al igual que otros países del Sahel, ha venido registrando en los últimos años un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.

El país se encuentra en la actualidad dirigido por una junta militar tras los golpes de Estado perpetrados en agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos encabezados por Assimi Goita, actual presidente de transición, que se ha distanciado de Francia y ha expulsado a los cascos azules de Naciones Unidas, que finalizaron su repliegue a finales de diciembre.