BRUSELAS, 1

La Unión Europea avanza en la preparación de sanciones contra la junta militar en Malí, tras las tensiones de las últimas semanas de Bamako con varios países europeos que culminaron este lunes con la expulsión del embajador francés.

La elaboración de restricciones se encuentra en órganos del Consejo y después de haber recibido el primer visto bueno, el asunto será ahora discutido a nivel de embajadores europeos, han informado fuentes europeas.

Sobre la mesa está la opción de sancionar a líderes de la junta maliense, responsable de dos golpes de Estado en menos de un año, y que ha protagonizado roces con Francia y Dinamarca a cuenta de la presencia militar de ambos en Malí.

Además, los uniformados han abierto la puerta del país a la empresa de paramilitares rusos Wagner, provocando las críticas de la UE y poniendo en entredicho la continuidad de la misión europea de adiestramiento militar a las fuerzas malienses, una operación a la que contribuyen con efectivos varias naciones europeas, principalmente Alemania y España.

El pasado mes de diciembre, los Veintisiete se dotaron del marco legal para imponer restricciones contra los responsables de obstruir la transición democrática en Malí, en un paso más ante la situación que atraviesa el país, donde los militares han pospuesto las elecciones previstas para 2022 y presentado una plan para una transición de cinco años, que en Bruselas consideran inadmisible.

Las medidas europeas incluirán la prohibición de viajar a la UE y la congelación de activos cuyos titulares sean personas o entidades implicadas en la crisis. También podrá impedir a individuos y entidades europeas poner a disposición de los sancionados fondos, ya sea directa o indirectamente.

POLÉMICA CON FRANCIA

Malí anunció el lunes la expulsión del embajador francés en Bamako, Joel Meyer, como muestra de su malestar por las recientes críticas desde París, en medio de un repunte de las tensiones bilaterales durante las últimas semanas que ha hecho temer una ruptura de relaciones.

Según un portavoz del Ejecutivo francés, la decisión de Bamako solo va en detrimento del país y ha vaticinado un «aislamiento progresivo», apuntando que Francia «seguirá luchando contra el terrorismo en el Sahel». Es la misma línea que ha defendido la diplomacia europea, cuyo máximo responsable, Josep Borrell, aseguró que la salida del diplomático galo es «injustificada».

Los Veintisiete han venido respaldando la posición de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en la adopción de sanciones contra la junta militar maliense, si bien la UE no había tomado la iniciativa todavía para responder a los planes de los militares para aplazar las elecciones previstas en febrero.