La nutrición es un elemento clave para prevenir la fragilidad cognitiva en las fases iniciales del Alzheimer

La alimentación adecuada y el soporte nutricional pueden prevenir y revertir la situación de fragilidad cognitiva en pacientes con Alzheimer en fases tempranas, sobre todo si se combina con ejercicio físico y entrenamiento cognitivo, tal y como confirma el Geriatra en el Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres, el doctor Manuel Antón.

«Se ha demostrado que dietas, como la dieta mediterránea, ricas en vegetales y aceite de oliva aportan beneficios cuantificables a nivel cognitivo», afirma este experto. Así, el papel de la nutrición es «clave» para abordar funciones como la velocidad de la marcha, o la sarcopenia (pérdida de masa muscular y fuerza), signos incipientes de Alzheimer preclínico, es decir, sin clínica cognitiva aparente.

En este sentido, existe una relación de retroalimentación entre la nutrición y la fragilidad cognitiva, ya que una repercute sobre la otra, lo que permite que se pueda intervenir en el curso inicial de la enfermedad. En este terreno, la nutrición, el ejercicio físico y el entrenamiento cognitivo han demostrado su eficacia, sobre todo cuando se interviene de forma precoz.

Otro importante hito en el abordaje nutricional en el curso de la enfermedad es la intervención en la génesis de la enfermedad del Alzheimer, con la intervención de preparados dietéticos específicos en los componentes de la cognición. En este sentido, se han demostrado beneficios en test de memoria, pero sobre todo en la influencia bidireccional entre función y cognición con mejoría en test funcionales, con correspondencia con la neuroimagen y, además, manteniendo la eficacia en estudios a 3 años.

Tradicionalmente, se habían asociado los buenos hábitos de vida al envejecimiento saludable. En la actualidad, la comunidad médica ha empezado a considerar el concepto de envejecimiento no inherente a la edad, que es irreversible, sino al concepto de fragilidad, de vulnerabilidad, que involucra científicamente determinados parámetros medibles. Además, es un concepto «dinámico, bidireccional y sobre todo reversible sobre el que podemos actuar», explica el doctor Antón. «En este terreno, la nutrición, el ejercicio físico y el entrenamiento cognitivo han demostrado su eficacia, sobre todo cuando más precozmente se interviene», añade.

Este será uno de los temas principales que se abordarán en el webinar Nutrición, salud cognitiva y enfermedad de Alzheimer , que tendrá lugar el 10 de junio. Esta charla está enmarcada en el ciclo de formaciones Aliados en Alzheimer , organizada por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) y Nutricia, la división de nutrición especializada del grupo Danone Specialized Nutrition.

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