La expansión manufacturera de la eurozona se moderó en febrero, antes de la guerra en Ucrania, según PMI

El crecimiento de la actividad del sector manufacturero de la zona euro se ralentizó ligeramente en febrero, según el índice de gestores de compra (PMI), que bajó hasta los 58,2 puntos desde los 58,7 del mes anterior, con España como la economía con una lectura más baja del dato, según IHS Markit.

No obstante, el PMI manufacturero de febrero no refleja el potencial impacto de la guerra en Ucrania ni de las sanciones impuestas a Rusia, ya que los datos de la encuesta fueron recogidos entre el 10 y el 21 de febrero.

En este sentido, Joe Hayes, economista jefe de IHS Markit, señaló que la situación entre Rusia y Ucrania, que también conlleva el riesgo de frenar el crecimiento, se suma a los riesgos de inflación.

«Se requerirá una gestión prudente de la política macroeconómica para volver a amarrar las expectativas de inflación sin afectar demasiado a la recuperación de la demanda», añadió.

En febrero, Países Bajos fue la economía que experimentó el incremento más fuerte de las condiciones industriales, seguida deexpansiones igualmente pronunciadas en Alemania y Austria, mientras que Italia, Irlanda y Grecia también registraron fuertes ritmos de crecimiento, a pesar de observarse una desaceleración en los dos últimos países. España, por su parte, registró el menor crecimiento de los países de la zona euro estudiados.

Por otro lado, en el segundo mes del año la eurozona registró un fuerte aumento de la producción manufacturera, con la expansión más rápida desde septiembre de 2021, gracias a la mejora en la demanda deproductos, ya que los nuevos pedidos aumentaron fuertemente y al ritmo más rápido en seis meses.

De este modo, los fabricantes de la zona euro aumentaron sus niveles de empleo a uno de los ritmos más rápidos desde que los datos empezaron a recopilarse, en 1997.

Por otro lado, los fabricantes continuaron sufriendo limitaciones por los alargamientos de los plazos de entrega de los proveedores, aunque el ritmo de deterioro fue notablemente más débil que en enero.

Asimismo, la encuesta siguió reflejando el fuerte poder de fijación de precios, ya que persisten tasas pronunciadas de inflación de los precios pagados y de los precios cobrados. En ambos casos, los aumentos estuvieron entre los más fuertes observados, aunque se atenuaron desde enero.

«La inflación sigue siendo extremadamente alta y los que establecen los precios claramente todavía tienen un poder de fijación sustancial», destacó Joe Hayes.

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