Investigadores estudian por qué la depresión severa afecta más a las mujeres que a los hombres
Un equipo de científicos de la Universidad Laval en Québec (Cánada) puede haber descubierto por qué la depresión severa afecta a mujeres y hombres de manera diferente, tras examinar el cerebro de personas con depresión en el momento de la muerte.
El estudio publicado en Nature Communications ha descubierto alteraciones ubicadas en diferentes partes del cerebro para cada sexo. También identificaron un posible biomarcador de depresión en las mujeres.
«La depresión es muy diferente entre hombres y mujeres», ha señalado la autora principal Caroline Ménard, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Laval e investigadora del Centro de Investigación del Cerebro CERVO.
«En las mujeres, la enfermedad es dos veces más común, los síntomas son diferentes y la respuesta a los antidepresivos no es la misma que en los hombres. Nuestro objetivo era averiguar por qué», ha añadido.
En un estudio anterior, el equipo de Caroline Ménard mostró que el estrés social prolongado en ratones machos debilitó la barrera hematoencefálica que separa el cerebro de la circulación sanguínea periférica. Estos cambios se debieron a la pérdida de una proteína llamada claudina-5 y fueron evidentes en el núcleo accumbens, una parte del cerebro asociada con la recompensa y el control de las emociones. Los investigadores encontraron lo mismo en el cerebro de los hombres que sufrían depresión en el momento de su muerte.
Cuando la profesora Ménard y su equipo repitieron el experimento en ratones hembra, encontraron que las alteraciones de la barrera cerebral causadas por la pérdida de claudina-5 estaban ubicadas en la corteza prefrontal. Sus hallazgos fueron los mismos cuando examinaron los cerebros de mujeres que sufrían depresión en el momento de su muerte. En los hombres, sin embargo, la barrera hematoencefálica de la corteza prefrontal no se vio afectada.
«La corteza prefrontal está involucrada en la regulación del estado de ánimo, pero también en la ansiedad y la autopercepción», ha señalado Ménard. En ratones machos con estrés crónico y en hombres con depresión, esta parte del cerebro no se alteró. Estos hallazgos sugieren que el estrés crónico altera la barrera cerebral de manera diferente según el género», ha explicado la investigadora.
Mientras investigaban más, descubrieron un marcador sanguíneo relacionado con la salud de la barrera cerebral. El marcador, E-selectina soluble, es una molécula inflamatoria que se encuentra en concentraciones más altas en la sangre de ratones hembra estresados. También está presente en muestras de sangre de mujeres con depresión, pero no en hombres.
«Hoy en día, la depresión todavía se diagnostica mediante cuestionarios. Nuestro grupo es el primero en mostrar la importancia de la salud neurovascular en la depresión y en sugerir E-selectina soluble como un biomarcador de depresión. Potencialmente, podría usarse para detectar y diagnosticar la depresión. También podría usarse para medir la eficacia de tratamientos existentes o tratamientos en desarrollo», ha adviertido.
No obstante, antes será necesario realizar estudios clínicos de cohortes grandes para confirmar la confiabilidad del biomarcador. Estos avances no hubieran sido posibles sin las personas y familias que donan al Douglas Bell Canada Brain Bank y al Signature Bank en Montreal.