Investigadores españoles inician un innovador ensayo clínico para el tratamiento del mieloma múltiple
El Grupo Español de Mieloma (GEM-PETHEMA) ha reclutado el primer paciente de un ensayo clínico que plantea un innovador abordaje del tratamiento de los pacientes con mieloma múltiple (MM) de reciente diagnóstico con 65 años o menos que son candidatos a trasplante de progenitores hematopoyéticos.
El objetivo de este ensayo clínico de fase III abierto y aleatorizado, denominado GEM21menos65 , es incluir hasta 486 pacientes en el ensayo más ambicioso abordado por este grupo de investigación cooperativa hasta la fecha.
Para implementar este proyecto se prevé contar con la colaboración de hasta 70 centros sanitarios adscritos al GEM y distribuidos por todo el territorio español para asegurar la inclusión de un total de 180 pacientes en cada uno de los 3 brazos de tratamiento.
Los investigadores principales son los doctores Lahuerta y Jesús San Miguel, y como cocoordinadores están María Victoria Mateos y Joan Bladé. «Gracias al trabajo en red, los hospitales con menos medios y recursos participan en un nivel de investigación de primera calidad», ha explicado el doctor Lahuerta, del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
«Es el estudio más ambicioso del GEM en tanto en cuanto pretende dar respuesta a algunas de las cuestiones candentes en la investigación internacional en mieloma múltiple, que podrían modificar la práctica clínica actual», ha subrayado el doctor Juan José Lahuerta, uno de los investigadores principales de este grupo, en la reunión anual de GEM-PETHEMA, celebrada el pasado viernes en Madrid.
El nuevo estudio presenta un brazo experimental que incluye el empleo por primera vez en la historia de iberdomida en primera línea de tratamiento (en combinación con bortezomib, isatuximab y dexametasona), en sustitución de un inmunomodulador clásico como la lenalidomida, «al que ha demostrado que podría superar en términos de eficacia y seguridad en estudios previos en MM en recaída», ha detallado el doctor Rafael Alonso, hematólogo del Hospital Universitario 12 de Octubre e investigador del GEM.
Del mismo modo, el experto ha asegurado que «la selección de isatuximab-VRD como brazo control se ha realizado con gran visión de futuro, yendo un paso por delante del estándar actual en nuestro medio, en una estrategia para garantizar que dicho control se adapte al previsible estándar de tratamiento en primera línea cuando empiecen a obtenerse los primeros resultados del estudio».
Además, el ensayo incorpora una tercera rama que, a diferencia de las 2 anteriores, contempla tratamiento con VRD sin añadir anticuerpo frente a CD38 en base al excelente resultado obtenido con este triplete en el ensayo previo GEM12menos65, con los más de 80 meses de supervivencia libre de progresión reportados en dicho estudio con VRD, el GEM12 ofrece el mejor resultado obtenido hasta la fecha en el tratamiento del MM.
«La aparente desventaja de este triplete frente a la cuádruple terapia introducida en las otras 2 ramas del ensayo se ve compensada por otra estrategia absolutamente pionera: la detección temprana de la recaída y el inicio de tratamiento de rescate precoz (denominado como early rescue intervention, ERI)», ha indicado Alonso.
Este abordaje se hace eco de los limitados datos disponibles sobre el beneficio de iniciar el tratamiento de rescate en el contexto de recaída bioquímica frente a la recaída clínica. Así, plantea redirigir el esquema terapéutico empleado en primera línea hacia uno alternativo basado en isatuximab, iberdomida y dexametasona en el momento en que se detecte una recaída incipiente del componente monoclonal antes de cumplir criterio de progresión, según los estándares internacionales, o incluso ante un aumento de la enfermedad mínima residual (EMR), con el fin de invertir la tendencia y restaurar la respuesta, o incluso obtener EMR negativa.
«El GEM ha apostado una vez más en este caso por introducir la proporción de EMR negativa como variable principal del estudio con el fin de poder acortar tiempos para definir la eficacia del tratamiento teniendo en cuenta que con estos abordajes se prevé un tiempo hasta la progresión muy prolongado», ha explicado el doctor Alonso.
Según el doctor Lahuerta, la confirmación del beneficio de esta estrategia «podría cambiar el paradigma del seguimiento de la enfermedad y del manejo de la recaída establecido a día de hoy».
Si bien el estudio contempla un tratamiento de mantenimiento de duración indefinida con 2 fármacos, el análisis de los principales objetivos de eficacia se efectuará tras la administración de 18 ciclos de tratamiento incluyendo un trasplante autólogo, por lo que se prevé que se requerirá un seguimiento prolongado para disponer de resultados de supervivencia libre de progresión, de supervivencia global y otras variables.