Iceta: «Si para hacer república hay que romper leyes acabará como el rosario de la aurora: en batalla campal»
Le acusa de «supremacismo» y «etnicismo» y le pregunta si solo considera catalanes a los que no se sienten españoles
BARCELONA, 14
El líder del PSC, Miquel Iceta, ha pedido al candidato a la investidura, Quim Torra, respetar las instituciones y la ley: «Si para hacer república hay que empequeñecer la nación, no nos sirve; si hay que romper la unidad civil, será nefasta, y si hay que romper las leyes, esto acabará como el rosario de la aurora, o sea, en batalla campal».
En su intervención este lunes en el debate de investidura, ha destacado que ni el proceso constituyente ni la constitución catalana que promete Torra caben en el Estatut ni la Constitución: «Como no queremos otro 155, les alentamos a que no lo vuelvan a provocar».
Y ha afirmado que todos los pensamientos e ideologías tienen cabida en democracia y pueden defenderse legítimamente, pero siempre desde el respeto a la ley y sin imposiciones.
Por eso ha acusado a Torra de querer imponer un proyecto independentista pese a no tener el apoyo de la mayoría de catalanes, y ha criticado que pretenda hacerlo desde la «provisionalidad y la aceptación de una autoridad superior» como Carles Puigdemont y la asamblea de electos y el consejo de la república que se quiere crear.
«No hay ninguna asamblea de electos ni ningún consejo de la república, y usted tiene la inexcusable obligación de ajustar sus actuaciones al Estatut», ha subrayado Iceta, que ha emplazado a Torra a asumir que Cataluña está formada también por personas que no son independentistas.
«SUPREMACISMO Y ETNICISMO»
Iceta ha centrado buena parte de su discurso en recordar mensajes y artículos de Torra que destilan «supremacismo y etnicismo», en los que divide la sociedad catalana entre catalanes y españoles, y ha preguntado si solo considera catalanes a los que hablan catalán y no se sienten españoles.
También ha alertado de que la propuesta de Torra de colocar un lazo amarillo en la fachada de la Generalitat aleja las instituciones del conjunto de catalanes, y ha pedido «hacer compatible la libre expresión de sentimientos con la preservación de un espacio público que es de todos».
