FAPA solicita que las medidas sanitarias en los centros educativos se adapten a la situación actual
La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado (FAPA) de Cantabria ha solicitado a la Consejería de Sanidad que las medidas de este ámbito en los centros educativos se adapten a la situación actual, al considerar «muy preocupantes» las consecuencias que pueden tener para los alumnos en cuanto al aislamiento. Para las familias, resulta «incomprensible que se mantengan unas restricciones que no parecen reflejar la situación actual».
Así lo ha manifestado en un comunicado hoy la federación, jornada en la que la Consejería de Sanidad ha anunciado que, ante la evolución de la pandemia de Covid-19 en Cantabria, suspende «temporalmente» el semáforo Covid; que entra en el nivel riesgo controlado y suprime «gran parte» de las restricciones.
En el caso de los centros educativos, ha anunciado hoy Sanidad, se permitirá la interacción entre los escolares del mismo curso (aunque sean de distintas clases) y en aquellos colegios pequeños incluso la de los alumnos de la misma etapa educativa. Podrán estar sin mascarilla en los recreos siempre que se mantenga la distancia de seguridad.
Una representación de FAPA Cantabria se reunió el pasado viernes con el subdirector general de Salud Pública, Juan José Sánchez Asensio, y el personal técnico responsable de los protocolos en los centros educativos, para trasladar su «preocupación por el mantenimiento de unas medidas muy restrictivas» en el ámbito educativo «que están afectando negativamente al alumnado, generando un desánimo alarmante en muchos casos», ha indicado la federación.
En concreto, FAPA transmitió su preocupación ante la «imposibilidad para relacionarse adecuadamente» que tienen los niños. Situación que se agrava en centros con poco alumnado, que en muchas casos acuden en el transporte escolar desde pequeños núcleos rurales, siendo los centros educativos su vía principal, y en ocasiones única, para encontrarse con niños de su edad.
Las familias trasladaron «lo llamativo» que resulta que los patios de los colegios, «fundamentales para el desarrollo social, se vean convertidos en reducidos espacios acotados que parezcan más destinados a la cría de ganado que a la educación».
FAPA también reclamó «mayor claridad» en lo que se refiere a la aplicación de los protocolos, así como «flexibilidad» en los mismos.
En este sentido, ha incidido en que la dificultad que supone mantener una distancia interpersonal de un metro y medio de forma constante hace que el alumnado se vea obligado a utilizar mascarilla permanentemente en prácticas de juego o deportivas, aunque se desarrollen en exteriores, «con la dificultad que esto supone».
También expusieron que el hecho de mantener las ventanas abiertas durante todo el día, con el alumnado en sitios fijos, «originó muchos problemas de salud durante el curso pasado o tener que quedarse en casa ante la presentación de síntomas asociables al Covid que esto ocasionaba».
En lo relativo a las cuarentenas en Educación Primaria, FAPA pidió que, al igual que en otras comunidades, se realice la consideración de casos estrechos como en Secundaria (ya se hizo así durante el curso pasado, cuando no había vacunación de alumnado), y no considerando caso estrecho a todo el aula.
En este sentido, la federación recordó que, durante este año y medio, las familias «han tenido que soportar todas estas situaciones sin que se haya establecido ningún tipo de ayuda a la conciliación, con los problemas laborales y familiares que esto supone».
Por último FAPA incidió en la «sensación de abandono al alumnado, cada vez más extendida entre las familias, que están viendo cómo, mientras se está produciendo una desescalada casi total en todos los ámbitos, los niños, que fueron quienes primero tuvieron restricciones y quienes más han demostrado respetarlas, sigan soportando un nivel de restricciones que parece poco acorde a la situación actual».