Experto recomienda a los diabéticos e hipertensos someterse a controles para prevenir una enfermedad renal
El responsable de la Unidad de Chequeos del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, Manuel Angoso de Guzmán, ha recomendado a las personas que padecen diabetes, hipertensión arterial, colesterolemia, son mayores de 60 años o tienen antecedentes familiares de enfermedad renal, que se sometan a controles para prevenir, diagnosticar o frenar estas patologías.
Y es que, según la Sociedad Española de Nefrología, la enfermedad renal crónica (ERC) afecta aproximadamente al 10 por ciento de la población adulta española y a más del 20 por ciento de los mayores de 60 años. No obstante, en personas con hipertensión arterial y/o diabetes, la cifra de afectados por enfermedad renal crónica se dispara hasta el 40 por ciento.
El problema se agudiza por la falta de diagnóstico tanto de los factores de riesgo, como de la misma enfermedad renal crónica, que impide un control de la patología en sus estadios iniciales. De hecho, muchas personas no tienen ningún síntoma hasta que la enfermedad renal está muy avanzada, produciendo una pérdida importante de su función que en el mejor de los casos se puede detener, pero nunca recuperar.
La función de los riñones es el filtrado de la sangre y a través de la orina, la eliminación de toxinas y del exceso de líquidos. También mantienen el equilibrio químico del cuerpo, ayudan a controlar la presión arterial y a producir hormonas o regular la producción de glóbulos rojos.Ante esto, la enfermedad renal crónica significa que los riñones están dañados y no pueden filtrar la sangre como deberían.
«Este daño puede ocasionar que los desechos se acumulen en el cuerpo y causen otros problemas que podrían perjudicar la salud. A veces puede conducir a insuficiencia renal severa y necesitar la paciente diálisis o un trasplante de riñón», ha dicho el doctor Angoso.
Los síntomas de la insuficiencia renal se basan en la alteración del sabor de las comidas, nauseas o vómitos, confusión o dificultad para pensar, falta de apetito, cefaleas, fatiga o el picor generalizado en la piel. «Se debe acudir inmediatamente al médico cuando exista tensión arterial elevada, hinchazón en los párpados, tobillos o manos, cambio en el color u olor de la orina o aparición en un análisis de orina de sangre o proteínas durante una revisión rutinaria», ha apostillado.