El Parlamento búlgaro rechaza la propuesta de gobierno del partido vencedor de las elecciones
La Asamblea Nacional de Bulgaria ha rechazado este miércoles la propuesta de gobierno de los derechistas Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), vencedor de las pasadas elecciones, ahondando así un poco más en la crisis política que viene arrastrando el país, con seis comicios en apenas tres años.
La propuesta de GERB, con Rosen Zhelyazkov al frente de un posible gobierno, se ha saldado con 98 votos a favor y 138 en contra, así como dos abstenciones, después de tres horas y media de encendido debate, informan medios búlgaros.
GERB solo ha contado con el apoyo, en parte, de sus socios populistas del Movimiento por los Derechos y Libertades (DPS), ya que catorce de sus diputados han votado en contra y otro más se ha abstenido. Con esta derrota, se agota uno de los tres intentos para formar gobierno que tienen los partidos para evitar ir de nuevo a unas elecciones que deberían ser convocadas en otoño de este año.
Antes de que diera comienzo la sesión, Zhelyazkov ha defendido que el gabinete que había sido propuesto tenía como principal tarea restablecer la gobernanza para superar al menos la falta de confianza y legitimidad de las instituciones a ojos de los búlgaros, alertando de la apatía que se ha generado en la sociedad.
Por su parte, horas después de finalizado el debate, el ex primer ministro de Bulgaria y líder de GERB, Boiko Borisov, ha agradecido al DPS el apoyo y ha pedido disculpas a la ciudadanía por el nuevo desacuerdo parlamentario.
A su vez, ha adelantado que GERB no apoyará ninguna de las otras dos propuestas que se presenten para formar gobierno al considerar que no sería «lógico» que los partidos con el 6 o el 7 por ciento de los votos en las elecciones gobiernen.
Ahora, el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, deberá proponer al DPS –segunda fuerza en las elecciones de junio– para formar gobierno. Está liderado por Delyan Peevski, antiguo magnate de los medios de comunicación que aparece en las listas de sanciones por corrupción de Estados Unidos y Reino Unido. En caso de no prosperar, correspondería a Cambio-Bulgaria Democrática tomar la iniciativa.