El padre del legionario muerto en un campo de tiro pide justicia: «Quiero que pierdan el uniforme del Ejército»
SEVILLA, 14
Los padres del caballero legionario Alejandro Jiménez, quien falleció con 21 años por el disparo de un fusil en el campo de maniobras de Agost (Alicante) en marzo de 2019 durante un ejercicio de la Brileg con base en Almería, han reclamado «justicia» para su hijo ante el juicio que se celebra en Sevilla, en la sede del Tribunal Territorial Militar Segundo, contra ocho procesados, entre ellos dos tenientes, un capitán y un sargento, acusados de ocasionar la muerte e intentar además encubrirla.
«Quiero que pierdan el uniforme, del primero al último, pero no solo de la Legión, sino del Ejército», ha manifestado ante los medios el padre de la víctima, Juan José Jiménez, quien acompañado de su mujer, Chari Cruz, han asistido a la primera de las 15 sesiones en las que se desarrollará la vista oral en la que ejercen la acusación particular. «Quiero que desaparezcan, desde el primero hasta el último. No los quiero en el sueño de mi hijo», ha añadido.
Los padres sostienen que los acusados por la muerte del caballero legionario deben ser desposeídos de sus uniformes para «limpiar» la Legión, sentido en que han reclamado una mayor implicación del Ministerio de Defensa, que «debería ser el primero querer limpiar» las filas puesto que algunos de ellos «están vistiendo el uniforme del Ejército de Tierra en otras unidades».
«El sargento está destinado en Mallorca a un cuartel que está a un kilómetro del columbario donde está mi hijo», ha señalado Cruz, para quien «no es justo» que tanto él como su hijo vistan a la vez el uniforme. «Mi hijo está vistiendo su uniforme porque lo incineraron con él», ha añadido tras asegurar que también quiere a los acusados «privados de libertad» tanto por su muerte como por el supuesto intento de ocultar los hechos.
Para los padres, la muerte de Alejandro Jiménez no constituye un accidente. «Si tienes los blancos delante y estamos todos disparando hacia delante, no hay explicación lógica que pueda mantener el sargento ni nadie de cómo mi hijo cae completamente a su izquierda, a 90 grados del sargento, por un proyectil directo del sargento, es que no tiene ningún sentido», ha defendido su progenitor.
«Ya habían mandado el alto el fuego, pero a este señor se le ocurrió la puta locura de seguir disparando y le ha costado la vida a mi hijo, es un jodido cafre», ha añadido ante de señalar que «un accidente es que se me caiga una llave inglesa y te dé en la cabeza, no que te diera con la llave inglesa en la cabeza. No tiene nada que ver un punto con otro».
Cruz ha agradecido los mensajes de apoyo recibido por parte de compañeros y militares durante todo este proceso por el que llegan a solicitar hasta 34 años de prisión para el sargento acusado de asesinato. «No digo que sean malos por lo que pasó, sino por todo lo demás. Para mí se le mató y se le remató desde el mismo momento que mienten, que engañan y que le tratan, por lo que me estoy enterando, como un cacho carne así tirada. Alejandro era mucho Alejandro», ha dicho.
En este sentido, los progenitores han incidido en la supuesta ocultación de los hechos como una de las situaciones que más les han marcado después de cuatro meses de secreto de sumario. Así, el padre ha explicado que cuando se desplazó al cuartel de la Guardia Civil de Alicante a recoger los enseres de su hijo, fue recibido con la frase: «le llevan mintiendo desde el minuto cero». «Antes de cinco minutos tuve que parar porque no me esperaba que esto fuese así», ha detallado.
Los padres del caballero legionario han demandado también al Ejército que «revisen sus protocolos de ejercicios» porque «no había ni un médico presente en el campo de maniobras» cuando Alejandro Jiménez «recibe el tiro». «Que actualicen esos protocolos y que la seguridad esté más valorada dentro de esos ejercicios para que no le vuelva a pasar a nadie», han reclamado.
«Como le pasó a Alejandro, por mucho que actives la seguridad, si el que va a mandar las tropas en el campo de tiro se da la vuelta y se dedica a disparar como si no hubiera un mañana sin pensar quién está alrededor… Gracias a Dios supongo que de esa gente no habrá muchos, espero que ninguno más, pero si mantienes a un tarado como este en el Ejército, volverá a pasar», ha advertido Juan José Jiménez.
Los padres han tenido además un recuerdo para el caballero legionario, quien quería ser piloto dentro del Ejército. «Yo le apoyé, a veces me arrepiento, pero él se superó a sí mismo y lo consiguió», ha manifestado su madre antes de proclamar su «orgullo» por «todo lo que consiguió» en su deseo de «ayudar» a los demás y haberse «superado a sí mismo».
«Entiendo los accidentes, lo que no entiendo es cuando ya ocultas, manipulas y encima te permites el lujo de reírte, porque para mí uno lo mató y los otros lo remataron», han insistido Cruz, quien ha reclamado dignificar La Legión porque «ya no es como antiguamente con expresidiarios, exdrogadictos o exasesinos. Ahora ya es un cuerpo de élite como quien dice, pues vamos a hacerlo», ha exigido.