El ministro de Salud de Perú dice que «está en manos» de Vizcarra tras unas polémicas declaraciones
El ministro de Salud de Perú, Víctor Zamora, ha recalcado que su continuidad en el cargo, al igual que la del resto de miembros del Gobierno, «está en manos del presidente», Martín Vizcarra, en respuesta a las peticiones de dimisión que han suscitado unas declaraciones suyas sobre el personal sanitario que ha enfermado de coronavirus.
El origen de la polémica son unas declaraciones que hizo el sábado en una entrevista en Radio Exitosa al ser preguntado sobre el personal sanitario que se ha contagiado en Iquitos y si debería ser trasladado a Lima. «Desde el punto de vista constitucional, todos los profesionales son igual de ciudadanos que el resto», dijo.
En respuesta, varias organizaciones médicas han reclamado la dimisión de Zamora, quien en otra entrevista realizada el domingo en Canal N dejó esta posibilidad «en manos» de Vizcarra.
«Mi puesto está en manos del presidente de la República», afirmó, recalcando que se siente «orgulloso» de que Vizcarra haya confiado en él «en un momento tan difícil». «Mi cargo, como el de todos los ministros, esta a disposición del presidente de la República», incidió.
Además, enfatizó que, como médico, le «duele» la situación en Iquitos, donde han muerto ocho médicos y otros 28 profesionales de la salud están ingresados, nueve en cuidados intensivos. «No estoy dándoles la espalda, mi compromiso está con ellos», reivindicó.
En cualquier caso, subrayó que su salida o continuidad como ministro de Salud «no cambiará la situación frente a la pandemia». Por ello, reclamó situar en el centro del debate «cómo hacemos para mejorar la capacidad de nuestra salud pública». «Yo sigo trabajando por mi país», afirmó, según recoge RPP.
Perú, con 67.307 casos confirmados, entre ellos 1.889 víctimas mortales, es el segundo país de América Latina más afectado por el coronavirus, por detrás de Brasil, con más de 163.000 contagiados y 11.123 fallecidos.
Vizcarra ha ordenado una cuarentena nacional, si bien se ha quejado varias veces de incumplimientos, ha suspendido las clases y ha prohibido actos masivos, además de cerrar las fronteras, para frenar la propagación de la Covid-19.
