La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, ha indicado que el Gobierno decidirá en noviembre si las bonificaciones al combustible finalizan en diciembre o se extienden a partir del mes de enero.

«Estamos valorando todas las medidas que están en marcha y viendo cuáles hay que mantener para el año que viene y cuáles no, teniendo en cuenta que estamos hablando de una movilización de recursos públicos impresionante», ha indicado la vicepresidenta en una entrevista en La Sexta , recogida por Europa Press.

Pese a que la decisión no se tomará hasta el próximo mes, Calviño sí ha valorado que el abono gratuito de Cercanías es de esas medidas que apoyan «claramente» a las familias, alivian el impacto de la inflación «y van en la línea» del transporte verde. «Todos somos conscientes de que bonificar la gasolina y el gasóleo es una medida de choque, que ha sido muy eficaz para bajar la inflación, pero que no va en la dirección de la reducción de los combustibles fósiles», ha apostillado.

Por otro lado, también ha subrayado que «procede» subir el salario mínimo interprofesional (SMI) para el año que viene por el impacto de la inflación. Sin embargo, ha declinado indicar en qué cuantía subirá porque el Gobierno todavía tiene que tener en consideración la evolución de la inflación para finales de año.

Respecto al impacto que está teniendo la subida de los tipos de interés en el Euríbor y las hipotecas, la vicepresidenta ha subrayado que el Ministerio que dirige tiene un «trabajo constante» con los bancos para que las entidades alivien la situación de las familias. Calviño ha indicado que esta línea de actuación «es del propio interés de los bancos».

Por último, la vicepresidenta ha expresado su satisfacción por la apertura por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de un expediente informativo a las compañías energéticas ante las dificultades que están encontrando los consumidores para el trasvase a las tarifas reguladas de luz y gas natural, más baratas, especialmente en este último servicio, que el mercado libre, tras las últimas medidas del Gobierno para contener el impacto de la crisis energética.