El FMI apuesta por un «aterrizaje suave» y eleva su pronóstico de crecimiento mundial para 2024

La moderación de la inflación y una resiliencia mayor de la esperada del crecimiento económico, principalmente de Estados Unidos y varias economías emergentes, despejan el terreno para que se produzca un «aterrizaje suave» de la economía mundial, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha revisado dos décimas al alza su previsión de crecimiento para 2024, hasta el 3,1%.

En la actualización de sus perspectivas económicas, el FMI destaca que la recuperación económica mundial «está resultando ser sorprendentemente resiliente» tras la pandemia de Covid-19, la invasión rusa de Ucrania y el impacto del aumento del coste de la vida, añadiendo que la inflación «está disminuyendo más rápidamente de lo previsto» tras tocar techo en 2022 y está afectando menos de lo esperado al empleo y la actividad económica.

En este sentido, junto a un crecimiento económico más vigoroso de lo esperado en el segundo semestre de 2023, particularmente en Estados Unidos y varias de las principales economías emergentes y en desarrollo, el FMI apunta que la inflación ha disminuido más rápidamente de lo esperado como consecuencia del desvanecimiento de los shocks de los precios relativos de la energía, así como por la distensión de la estrechez en los mercados de trabajo, con un incremento modesto del desempleo y mayor oferta de mano de obra, en algunos casos vinculada a un importante flujo de llegada de inmigrantes.

Asimismo, destaca que, en general, el crecimiento de los salarios ha seguido contenido sin que se hayan materializado espirales salarios-precios. De tal modo, en las principales economías, las expectativas de inflación a corto plazo han disminuido, mientras que las expectativas a largo plazo se mantienen ancladas.

«Como la inflación está disminuyendo, las expectativas de los mercados de que las tasas de interés de política monetaria desciendan han contribuido a reducir las tasas de interés a más largo plazo, así como a la subida de los mercados bursátiles», destaca el FMI, que, aun así, recuerda que los costes de endeudamiento a largo plazo siguen siendo elevados tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes y en desarrollo, debido a que la deuda pública siguió aumentando.

En cuanto a las políticas fiscales, si bien en 2023 los gobiernos de las economías avanzadas adoptaron posturas flexibles, en 2024 se espera que la orientación fiscal se endurezca en varias economías avanzadas, con el objetivo de reconstituir el margen de maniobra presupuestario y contener la senda ascendente de la deuda.

PREVISIONES.

El FMI proyecta que el crecimiento mundial, que se estimaba que sería de 3,1% en 2023, se mantendrá en 3,1% en 2024 para después aumentar ligeramente hasta 3,2% en 2025, lo que supone una mejora de dos décimas para este año respecto del pronóstico de octubre, como consecuencia de las revisiones al alza en China, Estados Unidos y las principales economías de mercados emergentes.

A pesar de esta revisión al alza, la proyección del crecimiento mundial en 2024 y 2025 está por debajo del promedio anual histórico (2000-19) del 3,8%, debido al efecto de las políticas monetarias restrictivas y la retirada esperada del apoyo fiscal, así como al bajo crecimiento de la productividad subyacente.

En las economías avanzadas, se prevé que el crecimiento se reduzca ligeramente, del 1,6% en 2023 al 1,5% en 2024, antes de recuperarse hasta el 1,8% en 2025.

La revisión al alza de 0,1 puntos porcentuales para 2024 se debe al crecimiento más fuerte de lo previsto de Estados Unidos, que se ve compensado en parte por el crecimiento más débil de lo esperado de la zona euro.

En concreto, en Estados Unidos, se prevé que el crecimiento descienda del 2,5% en 2023 al 2,1% en 2024, seis décimas más de lo anticipado previamente, y al 1,7% en 2025; reflejando los efectos rezagados del endurecimiento de la política monetaria, el ajuste presupuestario gradual y la moderación en los mercados laborales, frenando la demanda agregada.

En cuanto a la eurozona, el crecimiento esperado alcanzará el 0,9% en 2024 y el 1,7% en 2025, después del 0,5% estimado para 2023. Si se compara con el pronóstico de octubre de 2023, el crecimiento para 2024 se revisa a la baja en 0,3 puntos porcentuales.

Entre las demás economías avanzadas, se prevé que en el Reino Unido el crecimiento aumente de forma moderada, pasando de una estimación de 0,5% en 2023 a 0,6% en 2024 y, posteriormente, al 1,6% en 2025, cuando la desinflación permita relajar las condiciones financieras y deje que las rentas reales se recuperen.

En el caso de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, se espera que el crecimiento se mantenga en el 4,1% en 2024, una décima más que la previsión de octubre, y que aumente a 4,2% en 2025.

Las nuevas previsiones del FMI sitúan el crecimiento de China en el 4,6% en 2024 y el 4,1% en 2025, con una revisión al alza de 0,4 puntos porcentuales para 2024 con respecto de octubre debido al efecto de arrastre de un crecimiento más fuerte de lo esperado en 2023 y el aumento del gasto público para hacer frente a desastres naturales.

Asimismo, se proyecta que el crecimiento en India continúe fuerte, con una tasa del 6,5% tanto para 2024 como para 2025, lo que supone una mejora de 0,2 puntos porcentuales para ambos años respecto de la edición de octubre, debido a la resiliencia de la demanda interna.

En cuanto a Rusia, se proyecta que el crecimiento sea del 2,6% en 2024 y del 1,1% en 2025, con una revisión al alza de 1,5 puntos porcentuales para 2024 respecto de octubre de 2023, como reflejo del efecto de arrastre de un crecimiento más fuerte de lo esperado en 2023, generado por el aumento del gasto militar y el consumo privado, y el respaldo del crecimiento salarial en un mercado laboral tensionado.

DESINFLACIÓN.

Respecto de la lucha contra la inflación, el FMI prevé que el nivel general descienda del 6,8% estimado en 2023 al 5,8% en 2024, confirmando su anterior pronóstico, y al 4,4% en 2025, dos décimas menos de lo calculado previamente.

Se espera que la desinflación sea más rápida en las economías avanzadas, donde se prevé que la inflación descienda dos puntos porcentuales en 2024, hasta el 2,6%, que en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, donde se prevé que la inflación solo disminuya 0,3 puntos porcentuales, hasta el 8,1%.

El pronóstico se ha revisado a la baja tanto para 2024 como para 2025 en las economías avanzadas, mientras que se ha revisado al alza para 2024 en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, debido sobre todo a Argentina, donde se espera que la realineación de los precios relativos y la eliminación de los antiguos controles de precios, la depreciación de la moneda y su traspaso a los precios hagan subir la inflación en el corto plazo.

No obstante, el FMI advierte del riesgo de que las tensiones geopolíticas provoquen otra escalda de los precios, en referencia al riesgo de que el conflicto en Gaza se extienda a toda la región, que produce en torno a 35% de las exportaciones de petróleo del mundo y el 14% de las de gas, así como por el efecto de los ataques en el mar Rojo y la actual guerra en Ucrania sobre los precios de los alimentos, la energía y los costes de transporte.

«Los costes de transporte de contenedores ya han aumentado con fuerza y la situación en Oriente Próximo sigue siendo inestable. Un aumento de la fragmentación geoeconómica podría frenar el flujo transfronterizo de materias primas, con el consiguiente aumento de la volatilidad de los precios», advierte.

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