El 36% de los CEOs españoles cree que si no reinventan sus empresas, desaparecerán en diez años, según PwC

El 36% de los consejeros delegados españoles afirman que, si no cambian el rumbo de sus empresas, estás dejarán de ser viables antes de diez años, dato que asciende al 45% a nivel global, según la 27ª Encuesta Mundial de CEOs elaborada por PwC, que se ha presentado este lunes en el Foro Económico Mundial de Davos.

Entre los principales obstáculos para reinventar sus compañías, el 68% de los directivos españoles, el 64% a nivel global, señalan al entorno regulatorio; el 43% (55% internacional) a la preocupación por la entrada de competidores en sus negocios y el 50% (el 52% mundial) a la falta de empleados con las capacidades necesarias.

Asimismo, los máximos ejecutivos consideran que existen «grandes ineficiencias en muchas de las actividades rutinarias que tienen lugar en sus empresas» y cuyo coste estimado podría equivaler a autoimponerse una carga fiscal sobre productividad de 10 billones de dólares (unos 9,14 billones de euros).

MEJORAN LAS PERSPECTIVAS SOBRE LA ECONOMÍA MUNDIAL

Los consejeros delegados que han participado en la encuesta adelantan una mejora de la economía mundial en 2024, respecto al «pesimismo récord» registrado el año pasado, «aunque sin grandes alegrías».

Así, caen respecto al ejercicio anterior, del 73% al 45%, el porcentaje de los máximos ejecutivos que prevén una desaceleración de la economía mundial en los próximos doce meses y se multiplican por dos, del 18% al 38%, los que esperan que mejore.

Desde PwC han explicado que este abandono de las posiciones negativas tiene que ver con la moderación del crecimiento de la inflación en la mayoría de los mercados y con un escenario de tipos de interés más favorable, con una menor exposición percibida de las empresas a los conflictos geopolíticos y con un descenso de la volatilidad económica.

Estas variables coinciden con las tres principales amenazas al crecimiento señaladas por los máximos ejecutivos en el informe del año pasado y que «todavía preocupan, pero menos», han apuntado desde PwC.

La opinión mundial es compartida por los empresarios españoles, pues crecen del 21% al 38% los que adelantan una mejora del crecimiento en los próximos doce meses y disminuyen del 76% al 46% los que apuntan a un empeoramiento.

Por grandes áreas geográficas, los presidentes y consejeros delegados se muestran más optimistas que pesimistas sobre el crecimiento de sus economías nacionales. Sin embargo, Norteamérica y de Europa Occidental son la excepción a esta tendencia.

En Europa, el 32% de los ejecutivos encuestados esperan ver crecer a sus economías domésticas y un 48% que se desaceleren, mientras que en América del Norte esta relación es del 31% frente al 52%.

En el caso de los españoles, el 36% apunta una mejora de la actividad en el país para 2024 y el 48% espera un empeoramiento.

LA IA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO, CATALIZADORES DEL CAMBIO

El 70% de los presidentes y consejeros delegados aseguran que la Inteligencia Artificial (IA) va a reinventar la forma en la que sus empresas crean, entregan y capturan valor en los próximos tres años.

También son optimistas sobre el impacto de esta tecnología en el corto plazo, ya que el 58% espera utilizarla para mejorar la calidad de sus productos y servicios y el 48% asegura que va a incrementar su capacidad para generar confianza entre sus grupos de interés.

Además, el 41% cree que tendrá un impacto positivo en la generación de ingresos y el 46% en la generación de beneficios.

Para poder captar estos beneficios, el 69% de los encuestados a nivel global coinciden en que será imprescindible formar a sus profesionales y al mercado laboral, en general.

Asimismo, los máximos directivos se muestran preocupados por que la IA pueda alimentar un aumento de los riesgos relacionados con la ciberseguridad (64%), la desinformación (52%) y las responsabilidades legales y cuestiones reputacionales (46%) en sus compañías.

En cuanto a la transición climática, los consejeros delegados consideran que esta es un elemento disruptor que ofrece, al mismo tiempo, riesgos y oportunidades.

En este sentido, el informe revela que los directivos están haciendo progresos a la hora de convertir sus objetivos en realidad, pues el 76% asegura que tienen en marcha o ya han desarrollado proyectos para mejorar la eficiencia energética y el 58% ha hecho lo propio a la hora de impulsar productos, servicios o tecnologías respetuosas con el clima.

Por el contrario, solo el 45% dice haber incorporado total o parcialmente los riesgos climáticos dentro de su planificación financiera.

Finalmente, el informe refleja un apoyo generalizado de los consejeros delegados a la descarbonización de la economía. Sin embargo, consideran que la complejidad regulatoria (54%) y los peores retornos de las inversiones respetuosas con el medioambiente (51%) son los principales obstáculos a los que se tienen que enfrentar.

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