Economía no cree que el repunte de la inflación vaya a comprometer el crecimiento del próximo año

«Tenemos que estar muy atentos porque hay factores que no controlamos totalmente», ha reconocido el secretario de Estado de Economía

El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la empresa, Gonzalo García Andrés, descarta que el repunte de la inflación vaya a comprometer el crecimiento del año que viene, ya que otros determinantes económicos, como los referidos a la renta de las familias o el consumo van en sentido positivo.

El secretario de Estado ha reconocido que el nivel de inflación y su repunte, que tiene componente transitorio, está durando unos meses más de lo que se anticipaba, por lo que requiere prestarle atención para que sus efectos no se empiecen a filtrar hacia la economía.

En principio, las previsiones son que a partir de la primavera esas tasas empiecen a bajar porque el efecto base empezará a evolucionar en el sentido contrario y porque se espera que los precios de la energía se moderen, según ha explicado el secretario de Estado durante un coloquio online organizado por Executive Forum.

Según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,3% en noviembre en relación al mes anterior y elevó su tasa interanual hasta el 5,5%, una décima por encima de la tasa de octubre y su nivel más alto en 29 años.

García Andrés ha explicado que este año se ha producido un repunte «muy rápido» de la inflación que achaca a que los datos se están comparando con un año con precios muy bajos (2020) y a que la intensidad de la recuperación global está generado tensiones en la oferta y en los precios de la energía. «Pero aun así, tenemos que estar muy atentos porque hay factores que no controlamos totalmente», ha admitido.

Según ha explicado, la inflación durante los últimos años ha sido un problema por ser «demasiado baja» y ha señalado que España atravesaba un régimen estructural de baja inflación que generaba «muchos problemas», ya que el riesgo de deflación o inflación excesivamente baja es tan costoso como la inflación alta.

Ante esto, el secretario de Estado ha afirmado que no hay elementos que hagan pensar que España entrará en un régimen de inflación totalmente distinto, pero sí de que va a dejar atrás el régimen de inflación demasiado baja. «Pero en la transición hay que estar atentos para evitar que haya un problema de persistencia en la inflación», ha recalcado.

Preguntado por qué los salarios en convenio siguen perdiendo poder de compra, García Andrés ha señalado que los agentes sociales son conscientes de que hay oscilaciones en la inflación que no tienen sentido llevarlas a las negociaciones salariales estables.

ACELERACIÓN DE LA RECUPERACIÓN A FINAL DE AÑO

Como balance de la situación macroeconómica de España tras el impacto de la pandemia, el secretario de Estado ha afirmado que los datos muestran que desde marzo de 2021 la recuperación de la economía está siendo intensa y generalizada y se ha ido acelerando, incluso en el cuarto trimestre. «Estamos terminando el año con una aceleración de la actividad y el empleo», ha recalcado.

Pese a ello, ha reconocido que, frente a la buena marcha de indicadores como el empleo, las exportaciones o la inversión, el PIB va «más rezagado». Aun así, ha avanzado que la perspectiva es que vaya acelerándose para que en los próximos tres años España crezca de media un 5%.

Con todo, el secretario ha defendido que la respuesta ha sido eficaz para evitar que el golpe de la pandemia dejara en el país heridas persistentes que impidieran recuperar el nivel de actividad y empleo previos a la crisis. «Las heridas no se van a producir y los datos nos posicionan en una buena posición para mejorar potencial de crecimiento y crecer mejor», ha recalcado.

Este buen comportamiento también se refleja en los ingresos públicos, que ya se sitúan tres puntos por encima de 2019, gracias a una recuperación de la actividad muy generalizada. Por esto, desde el Gobierno han remarcado que España se encuentra en una posición «muy sólida» para cumplir los objetivos fiscales este año y el próximo y para iniciar, una vez se consolide la recuperación, una senda de consolidación.

En cuanto al Tesoro Público, el secretario ha celebrado que este año termina con «gran solidez», después de que ayer concluyera el programa con la última subasta, con «condiciones extraordinarias». En conjunto, la emisión neta ha ascendido a 75.000 millones en 2021, un 25% menos de lo inicialmente previsto, con un coste medio de emisión negativo.

Así, García Andrés ha insistido en que el objetivo ahora es que no solo se trate de un crecimiento a corto plazo, sino que sea un «salto de modernización económica y social», para lo que el Plan de Recuperación será una «gran oportunidad» y requiere un esfuerzo del Gobierno, administraciones territoriales y sector privado.

PREPARAN TRES PROYECTOS ESTRATÉGICOS

Sobre el Plan de Recuperación, el secretario ha puesto en valor que va a generar muchas oportunidades para el sector privado y ha afirmado que las empresas están reaccionando hasta ahora «de forma entusiasta», por lo que les ha animado a seguir participando. «Es fundamental la participación de empresas grandes y pymes para impulsar sus negocios y subir al tren de la recuperación económica», ha recalcado.

En 2021 se han aprobado tres Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) en sectores tractores y estratégicos del país, entre ellos el proyecto estratégico para el vehículo eléctrico y conectado (PERTE VEC), que ya ha recibido la luz verde de la Comisión Europea; el de Salud de Vanguardia y el de Energías Renovables, Hidrógeno Verde y Almacenamiento -aprobado ayer por el Consejo de Ministros-.

Además, se está trabajando en la aprobación de otros tres proyectos estratégicos adicionales: el PERTE en Español, Nueva Economía de la Lengua; el de la Cadena Agroalimentaria Inteligente y Sostenible; y el dedicado a la Industria Aeroespacial.

Junto con los PERTE, este final de año se está avanzando de «manera frenética y sólida» en las reformas estructurales. Como ejemplo, el secretario ha mencionado que se están dando los últimos compases para alcanzar un acuerdo sobre la reforma laboral, y ha mencionado otras como la educativa o el paquete de proyectos para mejorar el clima de negocio, con la ley startups, la ley crea y crece o la ley reforma concursal que se está ultimando para aprobar antes de que acabe el año.

ATRAER INVERSIÓN SIN CONDICIONES FISCALES «EXCEPCIONALES»

Con todo, el secretario ha señalado que el Gobierno aspira a que las empresas no vengan al país porque haya impuestos muy bajos sino porque se ha impulsado un clima de negocio y perspectivas de crecimiento favorables.

Por ello, ha defendido el esfuerzo de inversión y reforma dentro del Plan de Recuperación, que genera un «marco atractivo» para la inversión extranjera. «Creo que desde el punto de vista fiscal, más allá de actuaciones selectivas, nuestra política no es atraer la inversión creando condiciones fiscales excepcionales sino creando un marco de estabilidad y de crecimiento», ha afirmado.

Así, cree que estas medidas de reformas e inversiones serán «incentivos potentes» para la inversión en el país y para que éste siga siendo un polo de atracción inversora.

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