Dastis ve la presencia española en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU como un «reconocimiento»
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, considera que la presencia española en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU durante el trienio 2018-2020 es «un reconocimiento del compromiso de la sociedad y del gobierno español con la protección y promoción de los derechos humanos».
Eso sí, también ha admitido que es «una responsabilidad estar a la altura de las expectativas» y ha asegurado que España «no ahorrará esfuerzos» en esta tarea que, según ha dicho, es una de las prioridades de la política exterior española.
Dastis se ha expresado así durante su intervención en la sesión ministerial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que comenzó este lunes en Ginebra. El Consejo está formado por 47 países miembros, con mandatos de tres años. Siete de ellos pertenecen al grupo llamado «Europa Occidental y otros», del que forma parte España.
En su breve discurso, el ministro se ha comprometido también con «una mejor realización de los derechos humanos» en el ámbito doméstico, para lo cual, ha recordado, España tiene abierta una invitación permanente a todos los llamados procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos.
Dastis ha recalcado que los derechos humanos son «universales, indivisibles, interdependientes e interrelacionados» y «nacen de la dignidad del ser humano», y por ello España «defenderá la igualdad y la univer*salidad de los derechos humanos frente a cualquier inter*pretación relativista o selectiva». De entrada, ha garantizado su apoyo a la labor del Consejo, y a que siga prestando atención a las violaciones más serias.
Según ha dicho, el Gobierno español es partidario de que el Consejo siga haciendo resoluciones centradas en países y continuará insistiendo en la obligación de todos los países de cooperar con los mecanismos creados por el Consejo.
España quiere tener una presencia activa en el Consejo y, entre otras cosas, trabajará en dos resoluciones que tradicionalmente presenta con otros Estados: una sobre el derecho humano al agua y saneamiento y una segunda sobre la contribución de los Parlamentos nacionales al Consejo de Derechos Humanos y al examen periódico universal.
Pero además, se centrará en la lucha contra la pena de muerte, contra el racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia; en la igualdad de género y contra la discriminación basada en razones de género o de orientación sexual y a favor de los derechos de las personas con discapacidad.
El trabajo español también insistirá en la importancia de crear sociedades civiles «libre y dinámicas», que fortalezcan las libertades y reivindiquen a los defensores de los derechos humanos y seguirá promoviendo los derechos económicos y sociales y trabajará en el área de derechos humanos y empresas.
Todo ello, ha dicho Dastis, con diálogo y cooperación con los demás países miembros y con la sociedad civil y las ONG. El ministro ha destacado que España seguirá denunciando los casos en los que los defensores de los derechos humanos sean objeto de amenazas o represalias.