Colectivos contra los eólicos recurrirán cada proyecto: «Hace 10 años se les paró y ahora también»
Protagonizan una manifestación contra lo que consideran «una mentira» porque eólicos y placas solares «dependen de los combustibles fósiles»
El movimiento contra la implantación de parques eólicos en Cantabria recurrirá cada proyecto que se presente en la Comunidad –alrededor de 40 en la actualidad– porque considera que los argumentos en que se sustentan gobiernos y empresas «son una mentira» y porque «hace diez años se les paró y ahora es lo que vamos a hacer».
Centenares de personas de colectivos vecinales y representantes del sector primario, la hostelería y el turismo de los valles pasiegos y las comarcas del sur de Cantabria han participado este sábado, pese a la lluvia, en una manifestación que ha recorrido el centro de Santander para protestar contra la implantación de polígonos eólicos en la región.
Miguel Santamaría, representante de varios de estos colectivos, ha explicado que la manifestación, que sucede a otras y a subidas a lugares donde se pretenden emplazar este tipo de instalaciones, pretende explicar a sus participantes que los argumentos de los gobiernos autonómico y central y de las empresas promotoras para justificar estos proyectos «son muy diferentes a la realidad».
Lo que pretenden los promotores de la iniciativa es «que la gente investigue y lea a los científicos, que no pierdan el tiempo con tecnocientifismo de que nos van a arreglar todo, sino que se informen» y «que no nos engañen».
En este sentido, Santamaria ha señalado que hay gente «muy preparada que lleva mucho tiempo avisando» respecto a las instalaciones eólicas –donde ha citado a Antonio Turiel, Pedro Prieto, Edgar Ocampo, Magda Mediavilla o Alicia Valero–, que el primero de ellos ha calificado como «el fraking 2.0, otro pelotazo que no va a bajar el precio de la luz sino que va a ser más de lo mismo».
Según Santamaría, «nos quieren inundar de aerogeneradores y placas solares en el sur de Cantabria para intentar un paliar un desastre energético que viene de muy atrás, antes de la guerra de Ucrania y la pandemia», y que «no se soluciona metiendo más cemento».
Al respecto, el portavoz ha subrayado que tanto los aerogeneradores como las placas solares «dependen totalmente de los combustibles fósiles: es a base de quemar carbón y gas».
«No hay camiones ni barcos ni grúas ni excavadoras eléctricos; todo viene de muy lejos y es a base de diésel», ha remarcado, señalando que, según advierten expertos citados, «en el momento en que se acabe el último saco de carbón y el último barril de petróleo, esto se paraliza, porque depende totalmente» de estos combustibles.
Actualmente hay en tramitación en Cantabria alrededor de 40 parques eólicos, el más avanzado el de El Escudo, donde el lunes finalizó uno de los últimos procesos para formular alegaciones y frente al que colectivos han interpuesto recurso de alzada. Y el último, Cerro Airo, en Campoo, si bien «todavía saldrán más nuevos, porque ellos van a seguir presionando».
La intención de los colectivos es recurrir todos los proyectos de parques. «Y cuando se acabe el último recurso de alzada se va a los tribunales: vamos a ir hasta el final», ha advertido.
Hasta el momento se han presentado alegaciones a unos 15 proyectos eólicos desde que empezó El Escudo, que ha sido objeto de varios procesos de información. «Para mucha gente El Escudo es un caballo de Troya y no vamos a dejar que entre, porque no nos va a traer riqueza, bajada de la luz, empleo o más población al medio rural: es un cuento, es mentira», ha insistido.
Santamaría ha recordado que «hace 10 años se les paró» y es «lo que vamos a hacer, no nos vamos a cansar. Porque aquí hay gente que lleva más de diez años luchando y gracias a ellos y a los que estamos ahora, vamos a seguir adelante. Porque esto es una mentira: no va a parar el desastre energético ni climático en el que estamos, no va a descarbonizar porque todo es a base de carbón», ha reiterado.
La intención es que en Cantabria no suceda lo mismo que en lugares como en Merindades, Galicia o Palencia, representadas en la manifestación de hoy en Santander, «porque ya saben lo que es: que donde hay huecos, ponen más. Y aquí no queremos que entren».
Santamaría ha señalado que comunidades como Galicia, Aragón o Castilla y León «están saturadas» y «mandando electricidad fuera porque no consumen todo lo que producen». Y estos colectivos no quieren que Cantabria sea «otra colonia más».
SÍ A UN MEDIO RURAL VIVO
Con el lema ¡Sí a un medio rural vivo!¡No a los polígonos eólicos! , la protesta, que ha reunido a centenares de personas, ha partido de Correos a mediodía en dirección a las sedes del Gobierno de Cantabria y la Delegación de Gobierno, para terminar en la plaza del Ayuntamiento de Santander.
En Correos han instalado una carpa para recoger firmas contra los proyectos eólicos y han instalado las pancartas que luego han portado en la mafiestación, en las que se leía Defiende tu tierra , SOS Escudo , o La condena definitiva de Campoo , frase acompañada por dibujos de seis lápidas con los nombres de las localidades afectadas por estos proyectos. También había carteles en defensa de Iguña y Molledo y contra La trama eólica .
Igualmente, los colectivos han desfilado acompañados por un aerogenerador simulado en el que se leía No a los eólicos .
Los colectivos han mostrado su rechazo a proyectos que consideran «una forma de abocar a los municipios afectados a la despoblación y la marginalidad productiva».
A su juicio, «eliminar la esencia» de los valles en los que hay proyectados parques eólicos –Campoo, Luena, Aguayo e Iguña– «pone en peligro la viabilidad de los negocios del sector primario, turístico, hostelero y comercial, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo y de nuevas inversiones que en este momento están al alza en la zona, así como al valor patrimonial de cualquier propiedad».
Además, creen que con estas instalaciones se incidiría en el despoblamiento rural, ya que «se daría la vuelta a la tendencia poblacional de los últimos años», en los que se han asentado nuevas familias «por la calidad de vida».
Estos colectivos han remarcado que no están en contra del desarrollo de energías renovables, pero ven en los polígonos eólicos proyectados una «falta de ordenación y planificación territorial» que garantice la seguridad y compatibilidad con otros usos ya existentes.
Además, han criticado la «falta de información» facilitada por las administraciones públicas y empresas a los ciudadanos afectadas para poder generar un debate energético que «garantice una transición real justa».
Así, han explicado que el problema surge cuando la construcción de estas infraestructuras se «impone por parte del oligopolio energético y las administraciones para evitar un debate ciudadano con la población afectada y favorecer un discurso único de una falsa necesidad de soberanía energética».