Chivite decide «restringir» los comentarios en sus publicaciones en la red social X por «amenazas e insultos»
PAMPLONA, 16
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha colgado este jueves un comunicado en la red social X (antes Twitter) para informar de que ha decidido «restringir» los comentarios en sus publicaciones en esta red social por «amenazas e insultos ofensivos». De esta forma, sólo podrán interactuar comentando sus publicaciones aquellas cuentas que sigue o menciona.
En el texto que ha publicado indica que esta red social nació para ser «un foro de discusión abierto» pero que «la utilización que hacen algunos usuarios desde el anonimato ha pervertido este objetivo». «Tal y como se puede comprobar en mi cuenta, cada una de mis publicaciones es contestada por una cascada de comentarios que incluyen amenazas e insultos ofensivos y, en su mayor parte, de índole machista».
Según continúa la presidenta, «no pienso permitir que mis redes sociales sean una plataforma para la difusión del odio». «No voy a consentir que utilicen mi nombre, el del Gobierno o del de Navarra como altavoz», advierte.
Chivite explica que en su trabajo, día a día, defiende «la buena política». «La que confronta ideas y es capaz de llegar a acuerdos. Y, en coherencia, respeto la opinión que cualquier persona pueda tener sobre mi acción política y defenderé siempre su libertad de expresión para expresarla con respeto», señala.
Según recoge el texto, «a partir de ahora podrán seguir comentando mis publicaciones las más de cuatro mil personas de toda condición y de todos los colores políticos que sigo en redes». «Y, por supuesto, no tengo ningún inconveniente en aumentar esta lista a más personas de carne y hueso, con nombres y apellidos, que estén dispuestas a opinar lo que les dé la gana con educación», afirma.
La presidenta manifiesta que «ha llegado el momento de decir basta». «El odio de las redes sociales no refleja la realidad de la calle, ni mucho menos», dice, para añadir que «si consentimos este bullying virtual, estamos dejando la puerta abierta a que ese odio se extienda al mundo real». «Un riesgo que, de hecho, creo que ya ha empezado a materializarse y contra el que todos y todas tenemos que actuar», concluye.