Barones del PP exigen a Sánchez que pida perdón y condene la «corrupción» de Sánchez y Griñán en Andalucía

Varios barones del PP han exigido al PSOE y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que pidan disculpas a la ciudadanía y condenen la corrupción de los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

Así lo han indicado ante los medios a la entrada del Comité Ejecutivo Nacional de la formación que se celebra en Madrid, tras confirmar el Tribunal Supremo la condena a ambos exdirigentes socialistas por el uso irregular de las subvenciones autonómicas para los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE).

De esta forma, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, ha subrayado que afortunadamente esa forma de gestionar del PSOE «formar parte del pasado» y que ahora, bajo el mandato de Juanma Moreno Bonilla, tiene por delante una perspectiva de «prosperidad». De todas formas, el dirigente autonómico ha enfatizado que esta noticia «no gusta a nadie» y entiende que genera desafección de la gente hacia la política.

EL PSOE DEBE PEDIR PERDÓN

Más duro se ha mostrado el presidente del PP en Castilla La Mancha, Paco Núñez, para quien es «muy urgente» que los principales dirigentes socialista «pidan disculpas de manera inmediaza», reconozcan el fallo del Supremo y proclamen que Chaves y Griñan son unos «corruptos», que utilizaron «el dinero de los parados andaluces en sus vicios y sus amigos».

De esta forma, ha contrapuesto que el propio Sánchez y el barón socialista Emiliano García Page se afanaron a defender a ambos, por lo que ahora corresponde que «rápidamente salgan» a disculparse, a reprobar esa actuación de sus correligionarios y que se «equivocaron» cuando reivindicaron la inocencia de Chaves y Griñán.

EL CASO «MÁS GRAVE» QUE AFECTA AL PSOE

De hecho, ha censurado que Page llegara a poner «la mano en el fuego» por ellos cuando está convencido de que muchos cargos del PSOE se «avergüenzan» de su comportamiento.

A su vez, el presidente gallego, Alfonso Rueda, ha destacado que se trata del «caso más grave» de corrupción conocido hasta la fecha en el PSOE, formación que «tantas lecciones le gusta dar» pero «calla» cuando las sentencias les afectan.