Barbón resalta que la matrícula universitaria en Asturias «cuesta menos que hace 12 años»
Apuesta por crear un cuerpo superior de investigadores e investigadoras del Principado y reformar la Ley del Consejo Social
OVIEDO, 7
El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha resaltado este jueves durante el acto de apertura del curso universitario que la matrícula en Asturias «cuesta menos que hace 12 años».
«Somos la segunda comunidad autónoma donde resulta más barato estudiar. La política de rebajas y de congelación de precios, grados, másteres, doctorados, ha contribuido a que nadie se quede al margen por motivos económicos y queremos seguir en esa senda», ha dicho.
En su intervención, el jefe del Ejecutivo autonómico ha repasado los compromisos adquiridos hace cuatro años con la Universidad de Oviedo que se han materializado como facilitar el acceso a la educación superior a todas las familias con independencia del nivel de renta, mejorar la financiación universitaria con la entrada en vigor del contrato-programa, la Ley de Ciencia y la colaboración con la Universidad para atraer y retener talento.
Entre los nuevos retos, Barbón ha apuntado las actuaciones de reordenación en los campus de El Cristo y Llamaquique o el impulso al campus de Mieres como polo de innovación.
Para el presidente, Asturias entera debe ser un foco de atracción de talento desde la colaboración público-privada y ha destacado el papel que deberá jugar la nueva Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación, Sekuens.
«La retención y captación de talento continuará siendo un objetivo principal de mi gobierno. Para aspirar a la excelencia necesitamos ofrecer un porvenir atractivo al personal investigador. Con ese propósito retomaremos de forma inminente la Ley de Ciencia y Tecnología, que, junto con la Ley de Función Pública, permitirá crear el cuerpo superior de investigadores e investigadoras del Principado, lo que hemos llamado el CSIC asturiano», ha resaltado.
Del mismo modo, ha señalado como tareas la Ley del Sistema Universitario para fortalecer el papel de la institución académica y permitir reformar la Ley del Consejo Social, que ve «ya obsoleta».
«Es preciso dotar al Consejo de un marco jurídico más moderno, adaptado a la normativa nacional y a las necesidades académicas e investigadoras de la Universidad. Con claridad: esa adecuación permitirá que el Consejo Social cumpla con su fin primigenio, servir de enlace entre la sociedad y la Universidad; queremos un consejo activo, capaz de allegar fondos privados y movilizar el mecenazgo», ha argumentado.
