Almunia aboga por una reforma que haga «más racionales» los impuestos y por suprimir algunas deducciones sin sentido
Cree que en España se debe «recuperar» la capacidad de diálogo y acuerdos entre partidos
El exvicepresidente de la Comisión Europea y exministro Joaquín Almunia (PSOE) ha abogado por una reforma fiscal en España para hacer «más racionales» y «mejor definidos» los impuestos para obtener los ingresos que el país necesita y cree que se deberían de «revisar» algunas deducciones y desgravaciones fiscales establecidas por «simples presiones políticas que «no tienen ningún sentido» que se mantengan.
Almunia, que también fue comisario de Economía de la UE, cree que «no pasa nada por pagar impuestos» siempre que éstos sean «razonables» y cree que en España «han dejado de ser razonables».
«En origen estaban bien: el IVA, el IRPF, el impuesto de sociedades… pero si miramos ahora la capacidad recaudatoria de esos impuestos vemos que en sus bases imponibles hay agujeros que se han ido creando y acumulando a lo largo del tiempo y somos un país muy poco eficiente comparado con la mayoría de los demás países europeos en recaudar lo que debiéramos estar recaudando con los impuestos que ya tenemos», ha dicho Almunia durante su intervención este martes en el Foro Económico de El Diario Montañés, en Santander.
Ha precisado que «no se trata de subir impuestos por capricho» sino de «conseguir más ingresos» y hacerlo de la «manera más justa posible». Es por ello, por lo que aboga por revisar todo tipo de deducciones y desgravaciones que se han ido estableciendo y mantener aquellas que tienen sentido.
Frente a quienes defienden rebajas de impuestos generalizadas, Almunia ha defendido que se tendría que «poner el énfasis» en políticas fiscales dirigidas a apoyar a «los más débiles» y que éstas sean lo «más selectivas posibles» porque si se implantan para todos se gasta «muho dinero».
Así, cree que en vez de medidas generalizadas como la de la bonificación de los 20 céntimos por litro de combustible o como son algunas rebajas en el transporte público, cree que «se podría medir un poquito más».
En su opinión, las medidas de apoyo deben dirigirse a apoyar a quienes más lo necesitan y a reducir las «desigualdades», que están aumentando. «El Estado tiene obligación y tiene interés en corregir las desigualdades porque una democracia no sobrevive bien si sus ciudadanos son cada vez más desiguales entre ellos», ha defendido.
El que fuera secretario general del PSOE ha señalado que «no recuerda a nadie que haya ganado una campaña electoral prometiendo subidas de impuestos» pero «tampoco recuerda a ningún gobierno que cuando ha tenido necesidad de más ingresos no haya buscado donde encontrar esos ingresos», salvo algunos que «no se ocuparon de eso, acabaron con un déficit y unos niveles de endeudamiento que les llevaron a ir de rodillas a pedir rescates y apoyos».
VE «IMPRESCINDIBLE» QUE SE RECUPEREN LOS ACUERDOS EN LA POLÍTICA
En otro orden de cosas, Almunia ve «imprescindible» que en España se «recupere la capacidad de dialogar y de llegar a acuerdos» entre los distintos partidos políticos, teniendo para lograrlo presente «que la estabilidad en el rumbo es mucho más importante que las plumas que te tienes que dejar políticamente cuando negocias políticamente».
Además, ha señalado que las «dificultades» que hay para conseguir «mayorías estables» en estos momentos lleva a que para gobernar haya que «zigzaguear en el corto plazo». Sin embargo, cree que habría que poner «más énfasis en el medio y largo plazo». «Yo si tuviera un taller para arreglar las miradas, me ocuparía de cómo funcionan las largas», ha añadido.
«ESPAÑA TIENE PROBLEMAS, PERO NO PARA TIRAR LA TOALLA»
Respecto a la situación que atraviesa España, Almunia ha reconocido que «tiene problemas, como todos los países», aunque, a suy juicio, «no tantos como algunos dicen» ni «para tirar la toalla». «Ni muchísimo menos. Sabemos hacer las cosas, lo hemos demostrado en muchas ocasiones en las últimas décadas, desde el inicio de la democracia hasta ahora. ¿Por qué no demostrarlo otra vez en esta situación», ha reivindicado.
Entre otros problemas, el socialista sí ha advertido de que, si se analiza la economía española en los últimos 25 años, se aprecia que el país «no está recortando distancias frente a los países más avanzados de Europa».
De hecho, ha reconocido que ha sido «alcanzado», e incluso «superado», por países que ingresaron en la UE más tarde, algunos en 2004, que entonces eran «bastante más pobres». Por ello, cree que hay que mirar «al fondo» de ello para saber qué esta pasando y por qué el país «ha perdido ritmo».
Almunia ha subrayado que los fondos europeos pueden ser «una enorme oportunidad para recuperar el ritmo» y que «no puede perder». En su opinión, España está haciendo, «en términos generales», un «uso eficiente» de estos fonsos, aunque cree que se podría avanzar en hacer «más diligente» la gestión y tramitación de proyectos pero sin caer tampoco «en la aceleración».
«OPTIMISTA» EN LA SALIDA DE LA CRISIS
Almunia ha dedicado gran parte de su intervención a hablar en clave europea o incluso global ante lo que está ocurriendo en el mundo y la «incertidumbre» sobre el futuro.
Así, frente a la «ola de pesimismo» que, según ha dicho, se instalado, se ha mostrado «convencido» de que se va a lograr salir de la crisis actual y cree que «hay que ser optimistas» y «no caer en el derrotismo» pues «muchas de las soluciones» que se precisan para salir de la situación dependen «de nosotros mismos». «Y la política depende de nosotros mismos cuando votamos», ha dicho.
Sobre los augurios de recesión en Europa, Almunia sí está seguro que «va a haber menos crecimiento en los próximos trimestres» pero no se ha pronunciado sobre si va a haber recesión y solo ha dicho que «desea» que no. Almunia cree que ya se puede «dar por seguro» que España este año va a crecer por encima de la media de los demás países de la zona euro (por encima del 4%) y, aunque ya con menos precisión, el socialista ha indicado en que en 2023 lo hará «entre el 1 y el 2%».
Sobre los tipos de interés, cree que los bancos centrales van a seguir subiéndolos «por lo menos hasta principios del año que viene» y luego «echarán el freno» o no en función de cómo vaya la inflación.
CREE QUE LA GUERRA EN UCRANIA «VA PARA LARGO»
En otro orden de cosas y pese a su mensaje de «optimismo» sobre la salida de la crisis, ha afirmado que la guerra en Ucrania es algo que «va para largo», salvo que una de las dos partes «tire la toalla». «Yo espero que sea Rusia», ha añadido.
Además, ha cree que se debe seguir «apoyando y defendiendo» a este país «en todos los aspectos» (militar, económico, moral…) pues, a su juicio, en Europa «nos queda recorrido» para incrementar el apoyo a Ucrania.
En cuanto a algunos retos que tiene ante sí la UE, cree que uno de ellos es el de «reforzar» su política de seguridad.
Además, en cuanto a la crisis energética, cree que se deben tomar medidas «a corto plazo» para ayudar «a moderar los precios» del gas, pero sin dejar de avanzar en la transición energética que es «insoslayable» pese a los «esfuerzos» que requerirá y ha abogado por poner medidas que incentiven avanzar en ella y en el ahorro energético. También considera que España tampoco debe modificar por ahora sus plazos para el cierre de las centrales nucleares pues sus problemas no es de suministro, sino de precios.
Por otra parte, considera que la UE debe «arreglar» sus reglas fiscales, que por ahora permanecen suspendidas pero tendrán que volver a ponerse «en vigor». A su juicio, es «importante tener reglas creíbles», que se cumplan con «rigurosidad y seriedad» pero que también «sostenibles» y que «no asfixien».
También ha defendido que Europa debe «avanzar en una autonomía estratégica» que reduzca su dependencia en algunos aspectos, pero ha aclarado ésta debe ser «abierta», sin caer «en el proteccionismo» ni en la «autarquía».