Albares reivindica que la UE es política de Estado y apela al consenso de cara a la Presidencia en 2023

El PP pide al Gobierno que dé muestra de imparcialidad primero en casa y que no haga un uso partidista de ello

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha apelado al consenso de cara a la Presidencia de turno de la UE en el segundo semestre de 2023 que ejercerá España y ha defendido que la política europea tiene que ser una política de Estado.

Albares ha comparecido ante la Comisión Mixta para la UE, integrada por diputados y senadores, para explicar los preparatios de la Presidencia española y las prioridades que se ha marcado el Gobierno para dicho semestre, ante quienes ha defendido que la política europea es una «política de Estado» por la importancia que tiene para los españoles.

El ministro ha reivindicado que «el éxito de la Presidencia será un éxito de todos». «Necesitamos a todos y nos necesitamos todos», ha subrayado el ministro, confiando en que haya «consenso entre las fuerzas políticas para establecer las prioridades y las líneas de trabajo» de la Presidencia y celebrando la creación de una ponencia sobre esta cuestión en el seno de la Comisión Mixta.

«Queremos contar con la participación de todos, la sociedad española, los poderes públicos, la Administración General del Estado, la comunidades autónomas y las Cortes Generales», ha recalcado, insistiendo en que la política europea «es política de Estado por antonomasia».

El ministro ha subrayado que «España asumirá la Presidencia en un contexto muy complejo» marcado por las consecuencias de la pandemia por un lado y de la guerra en Ucrania por otro, y «será uno de los hitos de mayor importancia para nuestro país en muchos años» habida cuenta de que la próxima Presidencia del consejo no será hasta 2037 y la anterior fue en 2010.

Albares ha desgranado algunas de las prioridades que se ha marcado el Gobierno, entre ellas un refuerzo de la relación con América Latina y una apuesta por la agenda social, y se ha encontrado en general con sintonía entre los portavoces parlamentarios, aunque con algunos matices sobre todo en lo relativo a América Latina en función del color político.

EL PP PIDE IMPARCIALIDAD

Los portavoces de los distintos grupos también se han mostrado abiertos al consenso y la unidad planteados por el ministro, si bien con condiciones. En este sentido, el portavoz del PP, Rubén Moreno, ha sostenido que «si entre los cometidos de la Presidencia está garantizar la cooperación entre los Estados miembro y ser un intermediario recto e imparcial, uno esperaría que el Gobierno haya dado buena muestra de ello a nivel nacional y creemos que no es el caso».

El senador popular ha considerado que «para ser recto e imparcial no es demasiado pronto ni demasiado tarde» y ha animado al Gobierno a hacerlo «con el principal partido de la oposición en lugar de insultarle» como han hecho con su líder, Alberto Núñez Feijóo, durante este verano. «Cuando al discrepante se le insulta se está admitiendo una carencia de argumentos», ha sostenido.

Asimismo, ha coincidido en que la Presidencia constituye «una gran oportunidad» para España pero ha dejado claro que es algo que «nos toca cuando nos toca» y no es un «mérito» del Gobierno actual. «Sin embargo, no hacerlo bien sí que podría entrar en demérito de este Gobierno», ha prevenido.

Moreno ha resaltado que se producirá entre las elecciones autonómicas y municipales de mayo y las generales de final de 2023 y ha reclamado evitar «cualquier intento de utilización partidista» porque ello ocasionaría «un enorme daño de reputación» para España.

Albares ha reconocido su «sorpresa» por el hecho de que Moreno haya mencionado los insultos a Feijóo después de haber tachado hoy a Sánchez de dictador al compararle con el protagonista de la novela El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez. Con todo, ha agradecido la voluntad de cooperar de cara a la Presidencia expresada por el portavoz del PP y ha confiado en que prevalezca ese «espíritu».

A su vez, la portavoz de Ciudadanos, María Muñoz Vidal, ha reclamado al Gobierno que si quiere consenso «debe dejar de lado la unilateralidad característica de sus actuaciones», remitiéndose a la «oportunidad de oro» perdida con el Plan de Recuperación en el que «dio la espalda a las comunidades autónomas». «Le pido en honor a esa unidad que ha reclamado que no vuelvan a cometer ese error en este nuevo proyecto de país», ha señalado.

Por su parte, el portavoz de Vox, José María Sánchez García, ha cuestionado las condiciones de «honorabilidad y prestigio» entre sus socios europeos en que España asumirá la Presidencia, reprochando su papel tras el Brexit y también por el cambio de postura respecto al Sáhara y la actual crisis con Argelia.

REUNIONES EN TODAS LAS CCAA

Por otra parte, Albares ha desvelado que a los 23 encuentros y reuniones que ya se habían anunciado en toda la geografía española durante el semestre de la Presidencia se han sumado otros tres previstos en San Sebastián, Tarragona y Albacete. La idea, ha dicho, es «dar a conocer» España entre los líderes europeos.

Ante las preguntas de los portavoces sobre cómo se han elegido estas ciudades, el ministro ha explicado que el Gobierno «ha innovado» con respecto a presidencias anteriores y en lugar de tener en cuenta la circunscripción de origen del ministro del ramo o quien gobierna, se ha optado por que «sean lo más grandes posibles, para que lleguen al mayor número de ciudadanos».

En este sentido, ha incidido en que las comunidades que más actos acogerán serán Andalucía, Castilla y León y Galicia que no están gobernadas por el PSOE y ha explicado que se ha buscado que en la medida de lo posible la temática de la reunión a acoger tenga relación con la sociología de la ciudad y que todas las comunidades autónomas alberguen «por lo menos un consejo informal».