UNICEF alerta de que las hostilidades en el sur de Líbano se cobran un «precio devastador» entre los niños
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este martes de que el cruce de ataques entre Israel y el grupo libanés Hezbolá a través de la frontera se cobra «un precio devastador» para la población infantil libanesa, con más de 30.000 desplazados, ocho muertos y unos 75 heridos, según datos del Ministerio de Salud.
«Estamos profundamente preocupados por la situación de los niños que se han visto obligados a abandonar sus hogares, y por las profundas repercusiones a largo plazo que la violencia está teniendo en la seguridad, la salud y el acceso a la educación de los niños», ha dicho el representante de UNICEF para Líbano, Edouard Beigbeder.
Así, Beigbeder ha incidido en que, mientras la situación en la zona siga siendo tan «inestable» como lo es ahora, «más niños sufrirán». «La protección de los niños es una obligación en virtud del Derechos Internacional Humanitario y todos los niños y las niñas merecen estar seguros», ha recalcado.
Los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra Israel a comienzos de octubre provocaron una cruenta respuesta del Ejército israelí, que a su vez ha despertado la contestación de aliados de las milicias palestinas –como los hutíes de Yemen o el partido-milicia chií libanés Hezbolá–, que han lanzado ataques contra Israel.
En este contexto, uno de los frentes más activos más allá de la Franja de Gaza es, precisamente, la frontera entre Líbano e Israel, donde el recrudecimiento del conflicto deja ya un total de 90.000 desplazados, más de 340 fallecidos y en torno a 1.360 heridos, así como daños en infraestructura civil, como estaciones de suministro de agua u hospitales.
Además, los ataques israelíes también han repercutido negativamente en los servicios esenciales de los que dependen los niños, como el caso de las escuelas. Desde el estallido de las hostilidades más de 70 centros educativos han tenido que cerrar sus puertas, generando un impacto directo en la educación de unos 20.000 alumnos libaneses.
Según ha destacado UNICEF, Líbano es un país donde los servicios esenciales –incluido el sistema educativo y el sanitario– ya estaban «al borde del colapso tras años de estar desbordados», y ahora el conflicto en la frontera ha agravado la situación y la administración no es capaz de satisfacer las demandas de asistencia.
«La situación en el sur se suma a las múltiples crisis en curso que el país se ha estado enfrentando desde 2019. La gravedad de las crisis es insoportable para la infancia, y se debe hacer más para evitar su sufrimiento», ha añadido Beigbeder, que incide en la necesidad de un alto el fuego para proteger a la población civil.
El organismo de Naciones Unidas, junto con sus principales socios y aliados, ha estado entregado ayuda vital, combustible, agua y ropa para las familias afectadas por las hostilidades. En colaboración con el Gobierno libanés se ha entregado también una ayuda monetaria «para atender las necesidades inmediatas de 85.000 personas».
«Debemos redoblar nuestros esfuerzos para garantizar que todos los niños de Líbano estén escolarizados y aprendiendo, estén protegidos de daños físicos y mentales, y tengan la oportunidad de prosperar y contribuir a la sociedad», ha zanjado el representante de UNICEF para Líbano.