El embajador británico en España enmarca la salida de Ferrovial de Heathrow dentro de «vaivenes» inversores
El embajador británico en España, Hugh Elliott, ha enmarcado este miércoles la salida de Ferrovial del aeropuerto de Heathrow en un proceso de «vaivenes», que también incluye la inversión de 7.000 millones de libras (8.093 millones de euros) que Iberdrola realizará en Reino Unido, según ha manifestado en el Encuentro bilateral Reino Unido-España organizado por el Banco Santander y la Cámara de Comercio británica al que también ha asistido la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.
«Lo que estamos viendo en estos días es un vaivén, incluidas las inversiones españolas en el Reino Unido, y, por supuesto, hay vaivenes como hemos visto en las noticias hoy de Ferrovial y Heathrow», ha afirmado Elliott, para mencionar a continuación el caso de la energética Iberdrola.
En este sentido, Elliott ha asegurado que su país ofrece oportunidades para invertir, máxime después de las rebajas de impuestos a empresas anunciadas recientemente en el Autumn Statement y que son testimonio de la sensibilidad «probusiness» del Gobierno del primer ministro Rishi Sunak, que perdurará, ha remarcado, independientemente de que se produzca un relevo político en Downing Street.
Por otro lado, el embajador ha indicado que las relaciones comerciales entre Reino Unido y España se encuentran en buena forma, con un volumen de comercio bilateral de 60.000 millones de libras (69.639 millones de euros), cifra similar a la registrada con anterioridad al Brexit, por lo que «en términos reales aún hay trabajo que hacer todavía» dado que aún quedan barreras por superar.
No obstante, Elliott ha destacado la «excelente colaboración» y «fluidez» entre los gobiernos español y británico para hacer frente a los «escollos» que surgen mediante el diálogo.
ESPAÑA ES «APETECIBLE» PARA LOS EMPRESARIOS BRITÁNICOS
Así, las grandes inversiones realizadas en ambos sentidos han «aguantado, ciertamente, muy bien» tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea. «España sigue siendo un país muy favorable y apetecible para los empresarios británicos», ha constatado el diplomático.
Elliott ha manifestado, también, que el Reino Unido sigue comprometido con reducir las emisiones en un 68% en 2030 en comparación con 1990 y un 77% para 2035, a pesar de que se hayan redefinido algunos objetivos climáticos. «La ambición sigue ahí, y va a seguir ahí creando enormes oportunidades», ha rematado en cuanto a políticas medioambientales.
Del lado español, la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, ha celebrado como «buenas noticias» que se hayan recuperado «con relativa rapidez» en términos nominales los niveles de comercio prepandemia e, igualmente, que «sigan creciendo, sobre todo en los servicios».
Méndez ha puesto de relieve la naturaleza equilibrada de los intercambios con el Reino Unido, compuesta en un 50-50 por bienes y servicios, al tiempo que ha explicado que Gran Bretaña es el tercer inversor en España y el segundo destino del stock financiero español. Esto se traduce en la presencia de más de 200 empresas británicas en España y de más de 700 españolas en Reino Unido.
Además, la inversión británica hacia España fue en 2022 prácticamente el doble con respecto al año anterior. En el sentido inverso también creció.
BARRERAS Y OPORTUNIDADES
Asimismo, aunque la secretaria de Estado ha coincidido con el embajador en que la relación entre ambas administraciones siempre ha sido «excelente» y «fluida», ha recordado que aún persisten cuestiones desde el punto de vista de la movilidad o a la hora de abrir cuentas bancarias, por ejemplo.
Igualmente, la entrada en vigor de la ley de seguridad nacional británica refuerza los poderes del Gobierno para pronunciarse sobre inversiones extranjeras directas en sectores estratégicos, ha explicado Méndez, pero, al menos hasta el momento, ninguna empresa española ha visto afectadas sus operaciones en el país.
La secretaria ha puesto en valor el expertise de las empresas de sostenibilidad españolas para que estas puedan insertarse en el «triángulo de oro» de Londres-Oxford-Cambridge a nivel tecnológico mediante el programa Desafía Cleantech , o mediante otros proyectos vinculados a la ciberseguridad, la educación o la salud.
En cuanto al mercado agroalimentario, Méndez ha sostenido que ha las empresas españolas han capeado el Brexit, aunque ha precisado que la incorporación tecnológica sobre trazabilidad, productos veganos y libres de alérgenos son campos donde las compañías españolas pueden aportar dado lo «exigente» del mercado británico y, así, no perder cuota en el mismo.