Save the Children alerta de que unos 17,6 millones de bebés nacerán con desnutrición en 2023
La ONG reclama un alto el fuego en Gaza para contener los estragos que la escalada de violencia está ya causando sobre la población civil
La ONG Save the Children ha alertado de que al menos 17,6 millones de niños y niñas nacerán con hambre en 2023, unos 33 por minuto, lo que supone un aumento del 22 por ciento con respecto a hace diez años, siendo África y Asia las regiones en las que se concentra el 95 por ciento de los nacimientos desnutridos.
La inestabilidad económica, los conflictos y las repetidas crisis climáticas han contribuido a esta devastadora crisis del hambre, explica la ONG, en cuyo último estudio no se incluye el impacto que está teniendo la escalada de violencia en los territorios palestinos ocupados.
El estudio, publicado este lunes con motivo del Día Mundial de la Infancia, revela que para este año habrá una quinta parte más de recién nacidos que pasarán hambre comparado con 2013, según cifras recogidas por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
«Más de 17 millones de recién nacidos entrarán este año en un mundo donde el hambre devorará su infancia. Esto equivale a 33 niños y niñas por minuto, algo más que el número de alumnos de una clase en España», ha alertado el director general de Save the Children España, Andrés Conde.
«El hambre destruirá sus sueños, silenciará sus juegos, paralizará su educación y amenazará sus vidas. El futuro de estos niños y niñas ya está comprometido incluso antes de que respiren por primera vez», ha lamentado.
REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO Y AFGANISTÁN
En África, más de 9,4 millones de niños y niñas nacieron con hambre, mientras que en Asia fueron 7,4 millones. En total, ambos continentes albergan el 95 por ciento de los nacimientos de niños desnutridos.
En República Democrática del Congo (RDC), por ejemplo, el número de menores que nacen con hambre es el más alto desde que existen registros. Save the Children advierte de que RDC tendrá en 2023 el mayor número de bebés nacidos con desnutrición. Se estima que unos 6,6 millones.
Afganistán es el primero del continente con al menos un 25 por ciento de su población desnutrida. El pías se encuentra en ciernes de registrar el mayor número de bebés nacidos con hambre en Asia. Se calcula que para este año serán 440.000 los que nazcan en estas condiciones.
De acuerdo con este estudio, los diez países con mayor número de bebés nacidos con hambre, con al menos el 25 por ciento de su población está desnutrida son: RDC, Uganda, Madagascar, Afganistán, Kenia, Somalia, Mozambique, Yemen, Chad y Zambia.
GAZA
El estudio no recoge, no obstante, las consecuencias que está teniendo para la población de Gaza y Cisjordania los ataques constantes de las fuerzas israelíes sobre estos territorios, en represalia por el asalto de Hamás el 7 de octubre.
Antes de esta nueva escalada de violencia en los territorios palestinos, unos 2,3 millones de personas en Gaza ya tenían dificultades para comer. En base a las estadísticas que maneja Naciones Unidas, se espera que nazcan más de 66.000 bebés en Gaza este año, unos 15.000 entre el 7 de octubre y lo que resta de 2023.
«Sin un alto el fuego, las vidas de los bebés penderán de un hilo desde que nazcan», ha alertado la organización, que insiste en que «el hambre no es una causa perdida», pero es necesario abordar cuanto antes las causas profundas. «Esta crisis de hambre es mundial y requiere una solución mundial», enfatiza.
Por todo ello, la ONG hace un llamamiento a todos los líderes mundiales que tienen previsto reunirse este lunes en Londres para a asistir a una cumbre sobre seguridad alimentaria para que aborden las causas profundas de este problema.
«Sólo poniendo fin a los conflictos mundiales, abordando la crisis climática y la desigualdad global, y construyendo sistemas de salud, nutrición y protección social más resilientes y menos vulnerables a crisis como la COVID-19, los conflictos y la crisis climática, podremos garantizar que en los próximos años no vuelvan a sonar las mismas alarmas», ha defendido la organización.
Save the Children reclama a su vez una mayor inversión, colaboración y diálogo con las comunidades locales, así como su liderazgo, para reforzar la planificación y la puesta en marcha de respuestas que ayuden a contener este problema, así como a actuar con prontitud para evitar crisis previsibles.