CNPT insta al Gobierno a presentar «de manera inmediata» el Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo
En el marco del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este martes, el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Andrés Zamorano, ha pedido la puesta en marcha «de forma inmediata» del Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 y la reforma de la actual Ley de Tabaco, dos compromisos que el Gobierno se comprometió a aprobar antes de finalizar la presente legislatura.
«Combatir el tabaquismo y combatir a las tabacaleras es una cuestión de voluntad política, pero sobre todo es una cuestión de salud pública, y ahí los políticos tienen una responsabilidad directa», ha expresado Zamorano, para añadir que la Ley del Tabaco de 2010, pese a ser pionera en muchos aspectos a nivel europeo, «ha quedado desfasada y obsoleta».
«La ley necesita dotarse económicamente para seguir avanzando hacia el objetivo de disminuir la prevalencia del consumo para conseguir una generación libre de humo de tabaco y nicotina por debajo del 5 por ciento de prevalencia en 2040, en línea con Europa», ha apostillado.
En este sentido, el presidente de CNPT ha lamentado que el tabaquismo siga siendo la primera causa de mortalidad prematura evitable en España. Cada año, fallecen en España más de 60.000 personas a causa del tabaquismo. Con el 19,8 por ciento de fumadores diarios de las personas mayores de 15 años (es decir, 8 millones de personas), España sigue teniendo una tasa de prevalencia de consumo de tabaco por encima de la media europea.
Por todo ello, en una rueda de prensa celebrada en la sede del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, ha pedido que se duplique el precio de la cajetilla de cigarrillos en España hasta los 10 euros e ir incrementándolo gradualmente hasta los 20 euros, «para que España deje de ser el estanco de Europa».
Con un precio medio de cinco euros por cajetilla, España es uno de los países del entorno europeo donde acceder al tabaco es más barato, en contraposición con países como Irlanda, donde el precio es de 13 euros, o Francia, donde la cajetilla cuesta unos diez euros. De hecho, el precio en España del tabaco solo es inferior al de los países del Este, además de Grecia, Chipre, Malta y Portugal.
Al hilo, José María Labeaga, profesor de Economía en la UNED y miembro de la Asociación Economía de la Salud (AES); ha explicado que los impuestos especiales al tabaco son bajos en España, por lo que los precios de venta el público son inferiores que en el resto de países.
«El impuesto especial de España a día hoy de un paquete de cigarrillos medio son 2,8 euros, menos de la mitad que en Francia, donde este impuesto llega a los 6,61 euros. Esto hace que el precio final de venta en España sea 4,53 euros, comparado con los 9,7 en Francia o los 12 euros en Inglaterra», ha explicado.
«Además, los costes (laborales, médicos, perdidas de productividad) asociados al consumo del tabaco en nuestro país superarían los 30.000 millones de euros, tres veces más que los 9.300 millones anuales recaudados por la Agencia Tributaria de este sector», ha alertado este experto.
AMPLIAR LOS ESPACIOS SIN HUMO
Por otro lado, Mónica Pérez Ríos, doctora en Farmacia por la Universidad de Vigo y coordinadora del grupo de tabaco de la Sociedad Española de Epidemiología, ha hecho hincapié en la necesidad de ampliar los espacios sin humo, aunque reconoce que «será complicado conseguirlo».
«El humo del tabaco es uno de los contaminantes en interiores a los que la población está más expuesta, y provoca riesgos para la salud innecesarios, involuntarios y para nada insignificantes, ya que aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, de cardiopatía isquémica y de muerte súbita del lactante, entre otras enfermedades», ha advertido la doctora.
En este sentido, en España fallecen más de 1.000 personas al año no fumadoras por exposición al humo de tabaco y el 71,8 por ciento de los niños menores de 12 años respiran humo ambiental del tabaco tanto en espacios cerrados como abiertos.
Por eso, desde el CNPT se propone que se amplíen los espacios libres de humo a las proximidades de centros escolares y de parques infantiles, interiores de coches, recintos al aire libre con gran afluencia de público, calles concurridas, playas, piscinas y que, además, exista una vigilancia real y efectiva por parte de las autoridades para que se respeten dichas zonas.
EQUIPARAR LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS CON EL TABACO
Asimismo, Rodrigo Córdoba García, miembro del grupo de abordaje al tabaquismo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), ha insistido en la necesidad de equiparar los cigarrillos electrónicos al tabaco, tanto en materia fiscal como en lo referente al empaquetado neutro.
«El 95 por ciento de los estudios independientes de la industria concluyen que el aerosol de estos dispositivos es tóxico y cancerígeno incluso para los expuestos pasivamente, los efectos respiratorios y cardiovasculares a corto plazo son similares a los del tabaco y, por lo tanto, no puede considerarse de ninguna manera un método eficaz para abandonar el consumo de tabaco convencional», ha explicado.
Por último, el presidente de CNPT también se ha apelado a la necesidad de que, en la nueva legislación sobre el tabaquismo que el Gobierno se ha comprometido a aprobar, se fomenten programas de ayuda a pacientes fumadores, para que encuentren la ayuda y las facilidades necesarias por parte de las diferentes administraciones competentes para dejar de fumar y ser acompañado en el proceso de cesación tabáquica, que requiere un seguimiento y una asistencia tanto médica como psicológica.
«En España, es más fácil empezar a fumar que dejar de hacerlo, porque hay muy poca ayuda por parte de las administraciones», ha expresado Zamorano. «El tabaquismo es una enfermedad y debe ser tratada como tal por parte del Estado», ha concluido.