Felipe VI y el Rey emérito se reencuentran mañana en Zarzuela casi dos años después y una regata de por medio
Zarzuela enmarca en el ámbito privado la reunión familiar y no da detalles de quiénes más estarán, además de Doña Sofía
El Rey Felipe VI se reencontrará por primera vez con su padre, el Rey emérito, este lunes casi dos años después de que Don Juan Carlos se viera forzado a marcharse de España para evitar que algunas de sus actividades, ya en el punto de mira de la justicia, dañasen a la Corona y después de casi cuatro días en tierras gallegas.
Padre e hijo no se han visto en todo este tiempo y solo ha transcendido que hayan mantenido una conversación telefónica. Esta tuvo lugar hace justo una semana, el 15 de mayo, y vino motivada porque Don Felipe viajó a Abu Dhabi, donde tiene su residencia Don Juan Carlos, para trasladar las condolencias por la muerte del presidente de Emiratos Árabes Unidos.
Zarzuela dejó claro que el desplazamiento iba a ser breve y con ese único objetivo, descartando así un encuentro entre ambos, pero posteriormente informó de que habían hablado por teléfono y habían acordado que se verían cuando Don Juan Carlos viajara a España, sin confirmar entonces que la visita era tan inminente.
La cita está prevista para este lunes en el Palacio de la Zarzuela, la que fuera la residencia oficial de Don Juan Carlos durante todo su reinado y también desde mucho antes, ya que se instaló en ella en 1962 por expreso deseo de Franco, que quería tenerle cerca de su propia residencia en El Pardo.
El antiguo monarca, que en estos cuatro días no ha hecho declaraciones más allá de algún comentario a las preguntas de los periodistas sobre su estado y cómo estaba viviendo su vuelta, ha reconocido este domingo que lo que espera de la jornada de mañana es «muchos abrazos y ver a la familia».
Sin embargo, el regreso a Zarzuela será breve, de apenas unas horas, ya que el emérito volará ese mismo día de vuelta a Abu Dhabi, donde ha establecido por el momento su residencia permanente, según adelantó Zarzuela.
En cuanto a quiénes se verán con Don Juan Carlos, además de Don Felipe, también lo hará la Reina Sofía, quien no ha visitado en estos casi dos años a su marido en Emiratos, como sí han hecho sus dos hijas, Elena y Cristina, y también algunos de sus nietos. Doña Sofía regresa precisamente este domingo a Madrid tras realizar un viaje privado a Miami para participar en los actos por el V Centenario de la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano organizada por el Queen Sofia Spanish Institute.
Al informar de su llegada a España este jueves, Zarzuela solo mencionó al Rey, a Doña Sofía y dijo que también vería a «demás miembros de su familia», sin citar expresamente a la Reina Letizia o la infanta Sofía, a quienes tampoco ha visto en todo este tiempo.
Desde Casa Real insisten en no brindar más detalles sobre el reencuentro familiar, que enmarcan en el ámbito privado del Rey, y por tanto no lo han incluido en su agenda pública. Además, a priori, la intención es no informar sobre el mismo, si bien está por ver si finalmente trasciende alguna foto de Don Juan Carlos con su hijo o con su esposa o de toda la familia junta.
Además de a la infanta Elena, que le recibió a pie de escalerilla el jueves en el aeropuerto de Vigo, Don Juan Carlos ya tuvo ocasión de ver el sábado a su nieto Pablo Urdangarín, que jugó un partido de balonmano con el Barça B en Pontevedra el sábado por la tarde.
UNA VISITA MUY POCO PRIVADA
Aunque desde la Casa del Rey se ha querido presentar como privada la visita de Don Juan Carlos, esta ha estado muy lejos de serlo. El hecho de que se supiera de su llegada días antes del comunicado del miércoles de Zarzuela generó una enorme expectación que ha hecho que sus motivimientos hayan sido monitorizados al momento desde su llegada.
Periodistas y curisos han permanecido agolpados frente a la vivienda que le ha prestado su amigo Pedro Campos, el presidente del Club Náutico de Sansenxo, para que pasara el fin de semana, pero el principal foco de atención ha sido precisamente el citado club, donde se ha celebrado la regata.
Don Juan Carlos fue recibido el viernes al grito de «¡Viva el Rey!», una escena que se ha repetido en distintos momentos durante el fin de semana. Ese primer día Don Juan Carlos no navegó a bordo su barco, el Bribón , mientras que el sábado las condiciones meteorológicas tampoco lo hicieron posible, aunque sí subió a bordo. El Rey emérito ha tenido que esperar al domingo para poder salir a la mar con el Bribón , que ha terminado por alzarse con la victoria.
Además, ya ha hecho saber, por boca del alcalde de Sansenxo, Telmo Martín, que su intención es volver muy pronto. Según desveló este el viernes, el emérito prevé asistir al Campeonato del Mundo de Vela de la clase 6 Metros, que se celebrará entre los días 10 y 18 de junio.
En la carta que envió a Felipe VI el pasado marzo, el Rey emérito ya dejó claro que volvería «con frecuencia a España» para visitar a la familia y amigos. «Tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible», dijo entonces, algo que en su primera visita no ha ocurrido.
DON FELIPE MARCA DISTANCIAS
Desde su llegada al trono hace ahora casi ocho años, Don Felipe ha tratado de marcar distancias con su padre, sobre todo en los dos últimos años cuando los escándalos en torno a Don Juan Carlos y las causas judiciales comenzaron a acumularse.
El actual monarca ha intentado demostrar con hechos la diferencia en su modo de reinar con el de su progenitor y el último de ellos ha sido hacer público el pasado 25 de abril de su patrimonio personal, que se eleva a algo más de 2,5 millones de euros.
Desde Zarzuela, reivindican que desde su proclamación Felipe VI «inició el camino de la modernización de la Corona para hacerla más merecedora del respeto y de la confianza de los ciudadanos bajo los principios de ejemplaridad, transparencia, rectitud e integridad en sus comportamientos».
Asimismo recuerdan que entre las decisiones que ha tomado figuran la retirada del título de Duquesa de Palma a la infanta Cristina o la asignación a Don Juan Carlos en marzo de 2020, así como las relativas a las retribuciones de los miembros de la Familia Real, que quedaron inicialmente reducidas solo al Rey, la Reina Letizia, sus hijas así como el Rey emérito y Doña Sofía.
Don Felipe también se ha referido en este tiempo a la situación de su padre, aunque sin mencionar directamente a Don Juan Carlos, a cuya posible herencia renunció en marzo de 2020 tras saltar a la luz su relación con la Fundación Lucum y con la Fundación Zagatka y antes de que la Fiscalía abriera la primera investigación en su contra en junio de ese año.
En total, finalmente serían tres las diligencias abiertas, ahora archivadas, por el supuesto cobro de comisiones por el Rey emérito por la concesión del AVE a La Meca a empresas españolas, por el uso por parte de Don Juan Carlos y otros familiares de tarjetas black sufragadas por un empresario mexicano y por la existencia de una cuenta con 10 millones de euros a su nombre en la isla de Jersey, un paraíso fiscal.
En su mensaje navideño de 2020 sostuvo que los principios éticos y morales «nos obligan a todos sin excepciones» y «están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares», en aparente alusión a los problemas de su progenitor con la justicia.
También en el del pasado 24 de diciembre Don Felipe hizo una nueva mención velada. Las instituciones, aseveró, incluyendo entre ellas a la Casa Real, deben asumir las obligaciones que les han sido encomendadas, «respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral».