Taiwán denuncia una incursión de aviones militares de China tras pedir incorporarse a un tratado internacional
Las autoridades de Taiwán han denunciado este viernes la irrupción de 24 aviones militares chinos en su Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ), apenas un día después de que Taipéi pidiera entrar en el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico tras hacerlo Pekín.
El Ministerio de Defensa taiwanés ha señalado a través de su cuenta en la red social Twitter que todos los aviones realizaron la irrupción en su ADIZ en torno a las islas Dongsha y ha agregado que las incursiones han sido llevadas a cabo por dos grupos, uno integrado por 19 aparatos y otro por cinco.
Asimismo, ha resaltado que la Fuerza Aérea de Taiwán ha respondido enviando aviones a la zona para supervisar las operaciones de los aparatos chinos, a los que han trasladado varias advertencias por radio, además de movilizar equipos de defensa aérea, tal y como ha recogido la agencia estatal taiwanesa de noticias, CNA.
La denuncia de Taipéi ha llegado un día después de que la isla mostrara su intención de adherirse al citado tratado, lo que provocó una dura respuesta por parte de China, que incidió en que «sólo hay una China en el mundo y la región de Taiwán es parte inalienable del territorio de China».
«El principio de una sóla China es una norma reconocida de forma universal y que guía las relaciones internacionales y el consenso de la comunidad internacional», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, durante una rueda de prensa.
«China se opone firmemente a todas las interacciones oficiales entre Taiwán y cualquier país y rechaza firmemente el acceso de Taiwán a cualquier acuerdo u organización de naturaleza oficial. La posición de China sobre este asunto es clara», zanjó, según la transcripción de sus declaraciones publicada por el Ministerio en su página web.
En la actualidad hay once países que se han adherido al tratado, como son Japón, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Chile, Malasia, Vietnam, México, Perú y Brunéi, y ya a comienzos de junio se dio luz verde al inicio de las negociaciones para que también Reino Unido se uniese.
Este tratado comercial nació como un impulso de la Administración de Barack Obama para contrarrestar la hegemonía económica china en la región, pero con la llegada posterior a la Casa Blanca de Donald Trump, Estados Unidos se retiró de la mesa de negociaciones y el acuerdo fue rubricado por el resto de países.