Zimbabue propone compensar con terrenos a propietarios blancos que perdieron tierras bajo el mandato de Mugabe
El Gobierno de Zimbabue ha iniciado un proceso para dar marcha atrás a la política de nacionalización de tierras explotadas por agricultores blancos y ha anunciado que ofrecerá terrenos como compensación a los propietarios.
El Ejecutivo ha anunciado sus planes para devolver terrenos expropiados en el marco de la reforma del año 2000, impulsada por el expresidente Robert Mugabe, en la que veteranos de guerra y seguidores del gubernamental ZANU-PF se hicieron por la fuerza con numerosos terrenos agrícolas en manos de ciudadanos blancos.
El programa de Mugabe fue considerado una represalia contra los agricultores blancos por apoyar mayoritariamente al opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), intensamente reprimido por el Gobierno, que argumentó que buscaba compensar los desequilibrios provocados por el colonialismo.
Cuando llegaron a Zimbabue, los colonos blancos se quedaron con los mejores terrenos agrarios y la mayor parte de estas tierras siguieron en manos de agricultores blancos cuando el país consiguió la independencia en 1980.
La reforma agraria, sin embargo, todavía divide a la opinión pública zimbabuense, con los detractores que argumentan que se trata de un proceso partidista que dejó al país con dificultades para lograr autoabastecerse.
La nueva legislación contempla que los antiguos propietarios podrían optar a recuperar sus tierras o una compensación económica, algo también aplicable a los propietarios negros expulsados igualmente durante el proceso de apropiación.
La decisión ha llegado después de que las autoridades señalaran que hay una gran cantidad de terrenos agrícolas no explotados en el país, así como zonas en los que los propietarios están ausentes y no son trabajadas, según ha informado el diario zimbabuense News Day .
En este sentido, resaltaron la necesidad de hacer algo al respecto para intentar hacer frente al problema, en medio de la grave crisis política que atraviesa el país africano,
El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, aseguró en febrero a la comunidad internacional que su Gobierno acelerará la aplicación de su agenda de reformas e hizo hincapié en que la distribución de alimentos «no estará politizada».
Los funcionarios del país africano han sido acusados en numerosas ocasiones de beneficiar a los miembros y seguidores del ZANU-PF en la entrega de alimentos y ayuda a los desfavorecidos.
«Es clave la aceleración de nuestra agenda de reformas para que haya beneficios visibles que afecten a la mayoría de la población», manifestó, antes de pedir «paciencia mientras se aplican estas reformas».
Alrededor de 7,7 millones de personas, cerca de la mitad de la población del país y la cifra más alta durante la última década, se encuentra en situación de inseguridad alimentaria, según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La hiperinflación que sacude a Zimbabue llevó al Banco Central a introducir en noviembre nuevos billetes y monedas de dólar zimbabuense, en un intento para recuperar la divisa local y superar la crisis económica en la que se encuentra sumido el país.
Expertos de Naciones Unidas alertaron a principios de abril de 2019 de que las políticas del Gobierno de Mnangagwa están contribuyendo a empeorar la crisis económica en el país, lo cual está afectando especialmente a los más desfavorecidos.