Zapatero cree que la ley del sí es sí «será siempre discutible» pero él cree en la prevención, la palabra y el diálogo

Ve «preocupante» que el 40 por ciento de agresores de violencia de género sea reincidente pero apuesta por la «reeducación»

LOGROÑO, 26

El expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, cree que la ley del solo sí es sí será «siempre discutible» pero él cree en la prevención, la palabra y el diálogo y considera necesario evaluar la norma «en un tiempo» para ver «si el objetivo básico de la ley» que es «reducir las agresiones sexuales, se produce». También ve «preocupante» que un 40 por ciento de los agresores de violencia de género sea reincidente pero apuesta por la reeducación.

El presidente del Gobierno de España entre 2004 y 2011, José Luis Rodríguez Zapatero, ha realizado estas declaraciones durante su intervención en una Comisión en el Parlamento de La Rioja para responder a las cuestiones planteadas por los grupos políticos en materia del Proyecto de Ley de Igualdad efectiva de mujeres y hombres de La Rioja.

José Luis Rodríguez Zapatero considera que lo importante es que «se produzca el objeto básico de la Ley». Además, matiza, «lo importante es trabajar en lo preventivo».

Con respecto a la interpretación de esta ley «será siempre discutible y, seguramente, será objeto de discusión durante años». «Esta Ley –ha reiterado– tiene que producir el efecto de reducir y combatir las agresiones sexuales y los delitos contra las mujeres».

Por tanto ha abogado por pedir «serenidad y calma frente a esa interpretación». Esta es «una ley muy ambiciosa e importante que ha tenido un primer tiempo de mucha dificultad pero no creo que hay que darle un tiempo por la naturaleza de la materia».

Como ha reconocido «yo creo en la prevención, mi experiencia corrobora que con la palabra, el diálogo y con el perdón todo puede funcionar mejor».

PREVENIR MEJOR

Para Rodríguez Zapatero es «preocupante» que haya un 40 por ciento de reincidentes entre los agresores a mujeres víctimas de violencia de género y para ello aboga, de nuevo, «por una reeducación porque si no es un fracaso de todos. Las democracias ganan cuando previenen mejor, ese es el debate de la calidad democrática».