Yolanda Díaz vuelve a pedir un debate sereno y sin «ruido» para dirimir las diferencias en la reforma de la Ley sí es sí

La vicepresidente segunda, Yolanda Díaz, ha vuelto a pedir un debate «sereno» y sin «ruido», con el objetivo de dirimir las legítimas diferencias sobre la reforma del la Ley solo sí es sí que mantienen PSOE y Unidas Podemos.

En los pasillos del Congreso y cuestionada sobre si su llamamiento a la discreción a la hora de negociar estos cambios surte efecto, Díaz ha reafirmado su convicción de que el ruido lo único que hace es alejar a la ciudadanía de la política, por lo que ella va a seguir el camino de aconsejar serenidad.

«Es muy legítimo tener posiciones diferentes en política pero cuando la discusión es en un mecanismo basado en el ruido, ya no hay más que decibelios», ha enfatizado la también titular de Trabajo a los medios de comunicación.

A su juicio, el diálogo discreto para intentar un consenso es la «manera de hacer las cosas», pues es consciente de que hay «alarma social» y que hay gente que lo está pasando mal por las consecuencias de la inflación. Por tanto, ha proclamado que los gobiernos están para dar «tranquilidad» a la gente.

Finalmente y preguntada sobre si hay avances entre los dos socios de coalición y de la queja de Igualdad de que el PSOE no quiere reunirse con el espacio confederal, Díaz ha dicho que en esta cuestión se remite a la ministra Irene Montero, que es la competente en la materia.

La vicepresidenta segunda lleva apelando a cuidar la coalición ante el choque que mantienen los socios y desde su entorno llaman a rebajar la tensión dentro del Gobierno, que solo favorece al PP.

CRUCE DE REPROCHES DE INMOVILISMO

El clima entre las dos alas de la coalición sigue en tensión y hoy la ministra de Igualdad ha asegurado este jueves que Unidas Podemos «confía» en la palabra de los socialistas para terminar la legislatura, aunque ha apuntado que su formación debe estar preparada «para cualquier escenario».

Ayer, tanto PSOE como Unidas Podemos se cruzaron reproches de inmovilismo y falta de voluntad para lograr un acuerdo que resuelva el conflicto interno en el Gobierno.

Por ejemplo, la ministra de Hacienda y Función Pública y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, criticó que los morados buscan ganar «el relato» pero las propuestas que han venido presentando no permiten avanzar en la negociación, porque no modifican el núcleo de las discrepancias entre los dos socios de coalición.

Del lado morado, se reprocha que es Igualdad quien ha solicitado una reunión y ha remitido múltiples propuestas (siete), e incluso están abiertos a recibir otros planteamiento.

De esta forma, fuentes del espacio confederal avisan a su socio de que tiene que tomar nota de lo que ocurre en el Congreso, como se vio en el rechazo a abordar por vía de urgencia en el Congreso su proposición de ley. Y es que sentencian que su planteamiento de reforma les avoca a la soledad parlamentaria en los grupos con posiciones claramente de izquierdas, como pueden ser Bildu y ERC, y les dirige a tener que buscar apoyos en el PP, lo que sería una victoria para la oposición.

Por tanto y desde los distintos matices de todas las ramas de Unidas Podemos, el socio minoritario del Ejecutivo cierra filas con la postura de Igualdad y quieren que el PSOE recapacite.