Yibuti.- Mueren 34 migrantes tras hundirse una embarcación frente a las costas de Yibuti
Al menos 34 migrantes han muerto a causa del hundimiento de una embarcación, en la que iban 60 personas, frente a las costas de Yibuti, según ha informado este lunes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El director regional de la organización para África Oriental y el Cuerno de África, Mohamed Abdiker, ha denunciado los hechos a través de su cuenta en la red social Twitter, donde ha señalado «los migrantes estaban siendo trasladados por traficantes de personas» y ha recordado que «es la segunda tragedia de este tipo en poco más de un mes».
«Detener y juzgar a los traficantes de personas y contrabandistas que explotan las vulnerabilidades de los migrantes debe convertirse en una prioridad. Se han perdido demasiadas vidas de forma innecesaria», ha remachado.
Por otra parte, la organización también ha apuntado, en un comunicado, que las 60 personas que transportaba la embarcación «escapaban del conflicto de Yemen» y por el momento «se desconoce qué causó el vuelco».
La OIM ha lamentado, en este sentido, que cada año «decenas de miles de jóvenes africanos migrantes de la región realizan el peligroso viaje desde países como Somalia y Etipoía a través de Yibuti y Yemen en busca en trabajo en el Golfo».
Asimismo, la organización ha señalado en su comunicado a que en marzo los contrabandistas arrojaron a las mismas aguas a 80 personas después «de quejarse de que el barco estaba abarrotado y se hundía», lo que resulto en la muerte de al menos 20 de ellas.
Yibuti se ha convertido en país de paso en uno y otro sentido de esta ruta migratoria, pero el cierre de fronteras de Etiopía también ha complicado la movilidad.
Según la OIM, en marzo llegaron 2.343 migrantes de Yemen a Yibuti, en comparación con 1.900 que lo hicieron en febrero. La mayoría de ellos intentaban regresar a su hogar en Etiopía o Somalia.
Y es que, decenas de miles de migrantes del Cuerno de África están atrapados en Yemen. Muchos de ellos viven en condiciones peligrosas, sin acceso a alimentos, refugio, atención médica o seguridad, por lo que se ven obligados a pagar a los traficantes para facilitar su viaje de regreso a casa, ha concluido la OIM.