Yemen.- Mueren siete militares en un ataque con un misil balístico contra un campamento al este de Saná
La coalición asegura haber destruido varios drones lanzados por los huhtis contra Arabia Saudí
Al menos siete militares han muerto este miércoles en un ataque con un misil balístico contra un campamento del Ejército situado en la provincia yemení de Marib (centro), en el que se encontraban el jefe del Estado Mayor, Shagir bin Aziz, y el ministro de Defensa, Mohamed Alí al Maqdashi.
Según las informaciones recogidas por el portal yemení de noticias Al Taghir, el misil, supuestamente lanzado por los huthis, ha impactado contra el campamento de Shan al Yin. Entre las víctimas mortales está el hijo de Bin Aziz, tal y como ha confirmado el propio jefe del Estado Mayor.
«Cuanto más sangre y destrucción haya, mayor será la fortaleza y la firmeza. Estoy convencido de que estamos cerca del dominio de los huthis e Irán», ha señalado Bin Aziz en un comunicado publicado tras el ataque, cuya autoría no ha sido reclamada por el momento.
Por otra parte, la coalición internacional encabezada por Arabia Saudí ha asegurado durante la jornada haber «interceptado y destruido» varios drones «lanzados por la milicia terrorista huthi» contra «objetivos civiles» en la ciudad saudí de Najrán (suroeste), situada cerca de la frontera con Yemen.
El portavoz de la coalición, Turki al Malki, ha denunciado que los huthis «siguen violando el Derecho Humanitario al lanzar drones contra zonas civiles densamente pobladas, poniendo en peligro la vida de miles de civiles», tal y como ha recogido la agencia estatal saudí de noticias, SPA.
«Estos actos de hostilidad y terrorismo son una violación flagrante del Derecho Humanitario y una confirmación del rechazo al alto el fuego y la reducción de la violencia anunciada por la coalición el 9 de abril», ha agregado Al Malki, quien ha resaltado que la coalición mantendrá «todas las medidas de disuasión».
Los huthis, respaldados por Irán controlan el centro y el norte del país, incluida la capital, Saná, mientras que las fuerzas leales al presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, tienen presencia principalmente en el sur del país, con Adén como centro de sus instituciones.
Sin embargo, la situación del Gobierno reconocido por la comunidad internacional se ha agravado tras la declaración el pasado 25 de abril de un autogobierno por parte de los separatistas suryemeníes, apoyados por Emiratos Árabes Unidos (EAU).
La coalición liderada por Arabia Saudí –de la que es parte EAU– declaró un alto el fuego unilateral de dos semanas a partir del 9 de abril con motivo del coronavirus, pero se han seguido produciendo ataques por ambas partes.
El conflicto se recrudeció en enero, principalmente en Al Jauf y Marib –al este de Saná–, haciendo temer un retroceso en los avances obtenidos durante los últimos meses. Por ello, Naciones Unidas ha pedido a las partes volver a la mesa de diálogo y unir fuerzas ante la pandemia de coronavirus, que está causando estragos en el país.