Ximo Puig dice que la Operación Catalunya es un «super Watergate» y lo más grave de las últimas décadas
BARCELONA, 20
El expresidente de la Generalitat Valenciana y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha afirmado que la Operación Catalunya es «lo más grave que ha pasado en España las últimas décadas» y la ha definido como un super Watergate porque cree que va más allá del caso Watergate al poner en cuestión el estado de derecho.
En una entrevista del diario Ara este sábado recogida por Europa Press, considera que eso demuestra que al estado de derecho «no solo lo cuestionaron los independentistas sino que se utilizaron los aparatos del Estado» contra unos partidos.
«Quién sabe si esta manera de actuar se ha aplicado a otros lugares. Me preocupa que esto se pueda establecer desde el mismo Estado», ha añadido.
Puig defiende la ley de amnistía, y, al preguntársele si la mayoría del PSOE defiende esa ley, ha respondido: «Es una posición compleja, pero el PSOE ha expresado su apoyo a las acciones que ha llevado a cabo Pedro Sánchez».
Sobre que muchas empresas catalanas se instalaran en la Comunidad Valenciana, ha respondido que lo defiende como una oportunidad para mejorar la competitividad, «pero nunca en confrontación con Cataluña ni como una operación anticatalana».
Respecto a la reforma de la financiación, ve necesario «dotar a las comunidades autónomas de suficiencia financiera y de una redistribución de recursos adecuada» y actualizar el modelo, porque considera que está provocando desigualdad.
También ha defendido una España federal, como la mejor solución para el Estado, y cree que en el PP también hay partidarios: «Muchos dirigentes del PP podrían defender una idea federalista. Pero ahora vivimos una futbolización de la política» que imposibilita los acercamientos.
AUTONÓMICAS Y PSPV
Al preguntársele si ahora cambiaría de opinión sobre su convocatoria de elecciones autonómicas, que hizo coincidir con las municipales, tras las cuales dejó de ser presidente, ha respondido: «Es probable. Decir que no cambiarías nada de la historia es un problema de falta de inteligencia».
En cuanto a su próximo relevo al frente del PSPV, ha explicado que en el primer trimestre del año se debe convocar el congreso, para elegir al sucesor «y que tenga tiempo de construir una alternativa».
Ha priorizado dos objetivos del partido: «El hecho del valencianismo» y una apertura permanente para la mayoría social generando confianza fuera de lo que ha denominado su territorio ideológico.
