World Vision alerta sobre la «inquietante realidad» de los niños en África Oriental
Los niños de África Oriental se enfrentan a una «inquietante realidad» debido a los desastres de todo tipo a los que se ven expuestos y que han convertido a la región en la que más desplazados acoge en todo el continente, según ha alertado este jueves World Vision.
De acuerdo con el informe Girls on the move del pasado mes de julio, «unos cinco millones de niños se han visto obligados a huir de sus países de origen en África Oriental debido a los efectos devastadores de la sequía, la amenaza de hambruna, los conflictos y la inestabilidad política».
En Uganda, por ejemplo, «los niños, la mayoría de ellos de Sudán del Sur, huyeron allí después de haber estado expuestos a diferentes tipos y niveles de violencia, explotación y otras formas de abuso». En la vecina República Democrática del Congo, otras 80.000 personas han tenido que huir a Uganda por los disturbios.
La violencia intercomunal en el sur de Etiopía ha provocado nuevos desplazamientos de más de un millón de personas. «Se prevén brotes de enfermedades y desnutrición para miles de niños etíopes desplazados, por no mencionar las consecuencias económicas», ha señalado la ONG.
El director regional de World Vision, Stephen Omollo, ha explicado que en África Oriental «los niños en movimiento experimentan la violencia de maneras más extremas, más complejas y potencialmente más dañinas que aquellos que viven en sus comunidades de origen». «Necesitan con urgencia protección adicional», ha indicado.
La organización humanitaria ha recordado además que muchos niños desplazados han perdido a sus padres y se han visto obligados a asumir responsabilidades de crianza, en lugar de estar en el colegio, lo que limita sus expectativas de futuro.
A medida que las familias huyen, las inseguridad alimentaria aumenta porque quienes huyen de sus hogares a causa de un conflicto armado «han dejado sus tierras y ya no pueden cultivar». En Sudán del Sur, por ejemplo, «la inseguridad alimentaria amenaza con empeorar, (…) ya que la llegada de ayuda económica sigue sin cumplirse».
«Esta inquietante realidad debería obligarnos a todos a tomar medidas y hacer un trabajo mejor para proteger a los niños en movimiento y garantizar que podemos asegurar su futuro», ha considerado Omollo.
«Los efectos de las crisis prolongadas a los que se tienen que enfrentar los niños de la región deben ser mitigados y se deben hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar que estén protegidos», ha reclamado.