Vox insiste en que quiere «condicionar» los gobiernos y sigue con «la mano tendida», pero no regalará sus votos al PP
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha insistido este martes en que su partido quiere promover «unas políticas diferentes» en las autonomías y en toda España, y eso «solo se puede protagonizar condicionando» los gobiernos. Para ello, Vox mantiene «la mano tendida» al Partido Popular para llegar a acuerdos, «con paciencia» pero con la convicción de que los ciudadanos han dado el mandato de conformar una alternativa de manera «urgente».
En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, Garriga ha asegurado que Vox tiene «muy claro» que los electores dieron en las pasadas elecciones municipales y autonómicas un «claro mandato» para «la construcción de una alternativa» de manera «urgente». A su juicio, existe ya una mayoría social que quiere esa alternativa, así se reflejará en los próximos parlamentos autonómicos y Vox trabajará para que también gane en las elecciones generales del 23 de julio.
«Nosotros vamos a ser muy responsables en la construcción de la alternativa, seguimos con paciencia, somos conscientes de que tenemos un mandato claro de los españoles y tenemos la mano tendida», ha explicado Garriga asegurando que Vox no será «un impedimento» para ello.
Sin embargo, ha dejado claro que los de Santiago Abascal quieren protagonizar un cambio de políticas y no una mera alternancia en el poder, lo que pasa por derogar leyes y «reconstruir» España. Ese cambio «de 180 grados», ha insistido hablando también de las elecciones generales, solo puede hacerse «condicionando».
«En ningún caso vamos a regalar los votos», ha despejado apuntando que los votantes de Vox «merecen respeto». Esto ha explicado que lo abordan «con humildad» pero la «firme determinación» de «no regalar votos nadie ni ser el coche escoba de nadie».
Sin embargo, no ha querido aclarar si exigirán la entrada en los gobiernos y ha apuntado que en los próximos meses se verán muchos ejemplos de cómo se puede hacer y la diferencia de «condicionar las políticas» desde dentro o desde fuera. En este punto ha puesto como ejemplo el gobierno de coalición de Castilla y León. «El mandato fue claro en Castilla y León, el mandato ha sido claro el 28 de mayo y trabajaremos para que el mandato sea claro el 23 de julio», ha indicado.
Además, ha explicado que los candidatos regionales de Vox tiene «absoluta libertad» para la negociación, aunque el partido cuenta con «una estrategia nacional» igual en todos los territorios. «Todos acuden con la mano tendida, espíritu de escucha pero sobre todo de exigir respeto a los votantes de Vox como nosotros entendemos que merecen respeto los votantes del Partido Popular según la fuerza que han elegido los electores», ha detallado.
En cualquier caso, ha abogado por la «prudencia» para no convertir las conversaciones «en un circo mediático». Vox no quiere marcar líneas rojas porque considera que «no es momento de exigir» y se mantiene en una actititud de «paciencia perseverante» y «consciente de la responsabilidad».
«Estamos centrados en ver qué políticas hay que cambiar de manera urgente, qué programa de gobierno y a partir de ahí se van sucediendo las conversaciones –ha explicado–. No hay líneas rojas ni exigencias, hay urgencia para sentarnos hablar y avanzar de la manera más rápido posible para esas alternativas».