Vox expedientará a la concejal de las caceroladas en casa de Iglesias pero pide condenar también ataques a su partido

El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha augurado que su formación expedientará a la concejal de Galapagar (Madrid) que impulsa caceroladas ante la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero, pero también ha pedido que se condenen los ataques que sufren sus militantes en la campaña electoral de Euskadi.

En declaraciones en el Congreso, Espinosa de los Monteros ha explicado que la concejal de Vox en Galapagar Cristina Gómez Carvajal, denunciada por Irene Montero por acoso diario en su domicilio y redes sociales, ya había sido sometida a un expediente ante la comisión de garantías del partido «por cosas inapropiadas que ha hecho», y ahora lo de las caceroladas se sumará a ese expediente.

Según ha dicho, a Vox no le gusta ese tipo de acciones porque condena «cualquier acto de acoso a cualquier persona, con independencia del motivo». «Es una cacerolada que no nos gusta y que condenamos», ha remachado.

PERO NO ES HOMOLOGABLE

Pero, a renglón seguido, ha señalado que eso «es un poco distinto» al acoso que sufren sus candidatos y dirigentes en todos España y últimamente durante la campaña en Euskadi. En total, Vox asegura haber sufrido medio centenar de ataques a sus sedes, una docena de ellos en su sede nacional, y ha interpuesto más de 100 denuncias por amenazas de muerte.

«Condenamos la cacerolada, pero bajo ningún concepto se puede homologar al auténtico calvario que sufren los militantes de Vox –ha afirmado–. No toleramos la violencia de ninguna manera y ni siquiera el acoso, que es un grado menor».

Por ello, y tras quejarse de que el embajador de Francia en España también les haya cuestionado, ha instado a Podemos a condenar también los ataques que sufren los militantes de Vox.

ECHENIQUE NO TIENE CONSTANCIA

En una rueda de prensa posterior, el portavoz de Podemos, Pablo Echenique, ha evitado «entrar en provocaciones» y no ha comentado las imágenes de incidentes en actos de Vox en Euskadi alegando que los desconocía. «Si se hubieran producido hechos violentos, lo condenamos, pero no tengo los elementos», ha dicho.

Echenique ha defendido la denuncia de Irene Montero porque, aunque admite que los políticos tienen que «venir llorados de casa» y han de «saber encajar» lo que les dicen por la calle, «otra cosa es que se cometan hechos delictivos», como a su juicio ocurre en el caso de Galapagar.