Vox condena la violencia en Brasil pero denuncia la «doble moral» de la izquierda y derogación de la sedición en España
El portavoz político de Vox, Jorge Buxadé, ha manifestado este lunes su condena a la violencia acaecida en Brasil; «pero» ha denunciado la «doble moral» de la izquierda, a la que ha acusado de callar ante hechos similares en Chile o Colombia, y ha denunciado la derogación del delito de sedición en España.
«Condenamos la violencia, toda la violencia ejercida contra las instituciones democráticas. Pero toda la violencia a diferencia de la izquierda de Europa y especialmente la española», ha afirmado Buxadé en rueda de prensa al ser preguntado por el asalto a las instituciones brasileñas.
Ninguna de las cuentas oficiales de Vox había manifestado antes su opinión sobre el asalto protagonizado por seguidores de Jail Bolsonaro y tampoco su líder, Santiago Abascal. Solo el eurodiputado Hermann Tertsch había apuntado que la «ira del pueblo» brasileño «resurgirá» contra las amenazas de «represión» del presidente, Lula da Silva.
Buxadé ha subrayado su condena a la violencia pero ha insistido en que en España, en cambio, se «indulta a quienes cometieron un delito de sedición y dieron un golpe de Estado contra la unidad nacional y las instituciones democráticas».
Y ha aprovechado para preguntar con qué mecanismos cuenta el Estado en España tras la reforma del Código Penal si se produjesen hechos similares en diciembre de este año, «cuando el PSOE y sus socios pierdan las elecciones». «Nos han dejado inermes», ha avisado.
Pero además, el dirigente de Vox ha denunciado la «doble moral» de quienes condenan el asalto en Brasil pero «han guardado silencio» ante actos de «violencia» Chile en el año 2018 o en Colombia en 2021. «Ellos ahora denuncian lo sucedido en Brasil pero jamás han denunciado lo de Chile o Colombia», ha reprochado rechazando ninguna «lección moral» de la izquierda.
Además, ha reivindicado que los altercados han contado con el «reproche» del propio Bolsonaro, a quien ha recordado que votaron 58 millones de personas en Brasil. «Hemos visto las imágenes que condenamos, pero no había 58 millones de personas ahí», ha apuntado.