Villarejo dice que costeó parte de la Operación Cataluña y lo justifica para averiguar el «embrión» del independentismo
El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha asegurado ante la comisión de investigación de la operación Kitchen que costeó parte de la llamada Operación Cataluña , ya que adelantó dinero para colaboradores y viajes que nunca le devolvieron, y ha defendido esa investigación para determinar el «embrión» de la estructura que promovía la separación de España, algo que suponía «un ataque a la unidad nacional».
A preguntas de los portavoces de Esquerra Republican (ERC), Gabriel Rufián, y de Junts, Josep Pagès, Villarejo ha explicado que entró en esa investigación después de que le encargaran averiguar determinadas actuaciones de potencias extranjeras en el entorno independentista.
Y, para ello, ha confirmado que anticipó un dinero para pagar viajes y a colaboradores que, según ha denunciado, «nunca» se le ha devuelto porque los responsables del Ministerio del Interior y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con los que trabajaba alegaron que «no había fondos reservados». «El viejo truco de que ahora no hay dinero», ha comentado.
ERA POLÍTICA DE ESTADO
Con todo, ha apuntado que todas sus notas de trabajo sobre la labor que llevó a cabo las puso a disposición de las unidades operativas y de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), que fueron los que «siguieron con la investigación».
Preguntado sobre si considera que hubo una estrategia específica para investigar a políticos independentistas catalanes, Villarejo se ha limitado a contestar que un Estado «debe defenderse de quien intenta agredirlo». «Eso es una política de Estado», ha apostillado.
El comisario ha contestado a todos los interrogantes que le han planteado en este sentido tanto ERC como Junts y tan sólo ha rehusado hacer lo propio cuando se le ha preguntado, por parte de ERC, si no se pudo seguir investigación algunas cuestiones en torno a supuestas cuentas relacionadas con la Operación Cataluña por la presencia del Rey Juan Carlos I: «No le puedo contestar».