Víctimas del franquismo saludan la ley de IU y esperan sirva para finiquitar la «democracia afranquistada del olvido»
Diversos colectivos de víctimas del franquismo han dado este viernes la bienvenida a la proposición de ley de memoria histórica que ha registrado Izquierda Unida en el Congreso y han mostrado su deseo de que sirva para finiquitar lo que consideran una «democracia afranquistada» que, 40 años después, sigue manteniendo en el «olvido» a quienes lucharon contra la dictadura y en la «impunidad» a los responsables de sus crímenes.
Varias personas represaliadas han tomado la palabra en el acto que IU ha organizado en el Congreso para presentar su iniciativa y en el que han intervenido su líder, Alberto Garzón, y la responsable de Memoria Democrática de la organización, Esther López Barceló.
Los dos dirigentes han expuesto las líneas generales de la ley, que ya han trasladado al PSOE y que esperan pueda ser aprobada. Han argumentado que, aunque es «imprescindible» una «política de gestos», en la que enmarcan la salida del Valle de los Caídos de los restos de Francisco Franco, éstos no son «suficientes» y hay que adoptar medidas para hacer efectivo el derecho a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas.
Julia Hidalgo, una de las víctimas del policía Antonio González Pacheco, Billy el Niño , en la antigua Dirección General de Seguridad, ha insistido en la imperiosa necesidad de que España ponga fin al «olvido» y al «silencio» sobre lo que vivieron las personas que dieron su vida por defender la libertad.
NOSOTROS SI ÉRAMOS PRESOS POLÍTICOS
«Ahora todo el mundo habla de qué hacer con el dictador pero todavía no se dice qué hacer para reconocer la dignidad de sus víctimas», se ha lamentado, incidiendo en que 40 años después de aprobarse la Constitución, España sigue siendo una «democracia afranquistada».
En la misma línea, el histórico militante comunista Víctor Díaz Cardiel ha remarcado que la «gran deuda de la democracia es el olvido». Además, ha aprovechado su intervención para dejar claro que los líderes independentistas catalanes que están en prisión preventiva por el procés no son presos políticos.
«A mi no me gusta que metan a la gente en la cárcel por sus ideas, pero las circunstancias de estos presos no son las nuestras», ha dicho Díaz Cardiel, con nueve años de cárcel a sus espaldas.