Varios muertos en un ataque ejecutado por supuestos pastores fulani contra una aldea en el sur de Nigeria
Un número indeterminado de personas han muerto este lunes en un ataque lanzado por pastores fulani contra una aldea en el estado nigeriano de Ebonyi, situado en el sur del país, en medio de un aumento de las tensiones intercomunitarias durante los últimos meses.
El ataque ha sido perpetrado contra la aldea de Ebele, situada en la comunidad de Ngbo, y se ha saldado además con el incendio de numerosas viviendas, sin que las autoridades hayan facilitado por ahora un balance de víctimas, según ha informado el diario nigeriano Vanguard .
Estos incidentes llegan después del asesinato de otros ataques achacados a pastores fulani en la zona, lo que ha llevado a las autoridades a abordar la posibilidad de establecer grupos de vigilantes para hacer frente al aumento de los ataques.
Asimismo, los gobernadores de los estados del suroeste de Nigeria alcanzaron en enero un acuerdo con una asociación de pastores del país para prohibir el pastoreo nocturno e intentar reducir así el repunte de los enfrentamientos intercomunitarios relativos al control de zonas de pasto y cultivo en esta zona del país.
Los enfrentamientos entre agricultores y pastores en torno al control de terrenos de pasto y cultivo han provocado la muerte de miles de personas durante los últimos años, sucesos que el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, achacó en 2018 a la disputa por la tierra debido al aumento de la población en el país.
Nigeria cuenta con amplios pastizales en el norte del país, si bien la desertificación y los ataques del grupo yihadista Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA) han empujado a muchos pastores hacia el sur, entrando en conflicto con los agricultores de la zona.
Los pastores fulani, mayoritariamente musulmanes, y los agricultores, fundamentalmente cristianos, han protagonizado enfrentamientos durante décadas en torno a los territorios y los recursos, especialmente en el centro del país. Estos incidentes se ven alimentados por la suspicacia entre las poblaciones locales hacia los fulani –también conocidos como peul–, a los que acusan de alinearse con los yihadistas.
El principal motivo es que los grupos yihadistas que operan en la región –incluidas las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico– han aprovechado el descontento y la tradicional marginación de los peul para engrosar sus filas, lo que ha derivado también en acusaciones contra ellos por supuestamente ser miembros de estos grupos.