Usuarios de residencias con sospechas de COVID serán sometidos a PCR en un máximo de 24 horas tras solicitarlo el centro

El protocolo prevé grupos compartimentados de convivencia, no rotación de profesionales, aislamientos preventivos y visitas escalonadas

Los usuarios de residencias sospechosos de padecer coronavirus serán aislados de forma preventiva inmediatamente y sometidos a pruebas PCR dentro de las 24 horas inmediatas desde que la notificación por parte del centro, un plazo que también se pretende cumplir en el caso de los trabajadores.

Así se establece en el protocolo de actuación para las residencias de mayores, con discapacidad y en situación de dependencia elaborado por un grupo de trajo en el que han participado representantes de las consejerías de Sanidad y Políticas Sociales; de las residencias de mayores (FED y LARES) y de los de atención de centros de atención a personas con discapacidad (CERMI) del que ha dado cuenta este jueves en comisión parlamentaria la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez.

El protocolo establece que el aislamiento de los residentes se producirá «inmediatamente» de producirse la sospecha y hasta que se confirme, o no, la situación de posibilidad.

Para ello, cada centro residencial deberá disponer de la capacidad de aislamiento individualizado de, al menos, el 10 por ciento de sus usuarios.

Además, la distribución de los residentes, según el protocolo, debe realizarse estableciendo grupos covivenciales que permitan la atenciín y la realización de las actividades en estructuras compartimentadas.

La atención a los residentes se organizará para que, «en la medida de lo posible», cada trabajador se ocupe siempre de los mismos usuarios, evitando las rotaciones en la prestación de cuidados.

Una vez aparecida la sospecha de COVID en un residente, se le aislará de forma preventiva, y, salvo excepciones, no podrá reciir visitas, y el coordinador COVID de cada centro deberá comunicar el caso y solicitar la realización de la prueba PCR, además de informar de este hecho al equipo de Atención Primaria para su valoración.

En el caso de los residentes, la toma de muestras se realizará en el propio centro por parte de un equipo del Servicio Cántabro de Salud.

Además, se garantizará una atención «continuada» para residentes que, a juicio del facultativo, requieran un seguimiento clínico específico fuera del horario ordinario que será prestado por los Servicios de Urgencia.

En caso de ser la PCR negativa se dará por finalizado el aislamiento salvo que exista alguna circunstancia que haga sospechar que el negativo no es concluyente, circunstancia ante la que el coordinador COVID del centro solicitará una nueva prueba para ratificar el resultado.

Si es positivo, pero no precisa hospitalización, todos los casos, de forma general, se derivarán a la residencia COVID de Suances.

TRABAJADORES

En el caso de los trabajadores con síntomas que hagan sospechar que puede estar infectado, se le aislará de forma preventiva e inmediata en su domicilio hasta que se le someta a la prueba.

La PCR deberá ser solicitada también en este caso por el coordinador COVID y, en este caso, la toma de muestras se realizará en el CoroAuto (puesto de realización de pruebas en el coche) que tenga asignado.

En el caso de los trabajadores se pretende también que la prueba se le realice dentro de las 24 horas inmediatas a la notificación del centro «siempre que la capacidad del CoroAuto lo permita».

Si la PCR es negativa y no haya alta sospecha de infección, el médico de Atención Primaria descartará la infección y realziará el tratamiento y seguimiento que considere.

Si pese al negativo en la PCR hay alta sospecha de infección, se le repetirá la prueba a las 48 horas y, si continúa siendo negativa y han pasado varios días desde el inicio de los síntomas, el médico de Atención Primaria podrán plantear la realización de una prueba serológica.

En caso de que un trabajador dé positivo en la PCR, se le dará la baja y se le realizará seguimiento. Además, deberá permanecer en aislamiento domiciliario hasta que reciba el alta médica.

También se realizará el estudio de sus contactos estrechos ocurridos, tanto dentro del centro como fuera del mismo, en los tres días anteriores al inicio de los síntomas y hasta el momento en que fue aislada.

En los casos asintomáticos, el plazo será de tres días antes de la fecha de la PCR hasta el momento del aislamiento.

En su exposición, la consejera ha aludido a estudios que indican que hasta un 70% de los casos de COVID-19 en las residencias pueden ser asintomáticos hasta el momento del diagnóstico, ante lo que –ha afirmado– el control precoz es «fundamental» para evitar la transmisión secundaria.

OTROS ASPECTOS DEL PROTOCOLO

Por otra parte, en el protocolo se indica que los centros deben disponer de un stoc de equipos de protección individual, los denominados EPIs, y soluciones hidroalcohólicas para asumir la protección de los trabajadores y residentes ante un posible rebrote durante un periodo de, al menos, un mes.

En cuanto a las visitas, se indica que deben ser escalonadas, con cita previa y por un tiempo de una hora diaria, extremando las medidas de prevención y evitando el contacto físico y con una desifección posterior del espacio en que se hayan celebrado.

Además, se deberá contar con un registro de visitantes que, además, deberán firmar una declaración responsable en la que confirmen que no tienen síntomas compatibles con el COVID.

También Álvarez ha explicado que la adopción de cualquier medida por parte de los centros en cuanto a restricción o prohibición de visitas y salidas, al afectar derechos fundamentales de los residentes, requerirá la intervención de la Dirección General de Salud Pública, que establecerá las medidas oportunas mediante resolución de la autoridad sanitaria y la comunicación de la autoridad judicial.

Y en cuanto a los nuevos ingresos y retorno de residentes que hayan estado ausentes y tenga reserva de plaza se permitirán, pero siempre que en el centro no haya tenido positivos de COVID, tanto entre usuarios como en trabajadores, en los 15 días previos.

Ha precisado que, cuando la estructura del centro lo permita, este requisito se puede entender como referido a cada planta o zona de agrupación de residentes atendidos por los mismos profesionales.

Para aquellos residentes que vuelvan de un hospital, se constatará la ausencia de síntomas compatibles con COVID y en todo caso se prevé la prueba de PCR, preferentemente con carácter previo al ingreso.

Solo si la prueba da negativo, en el plazo de 24 horas desde que se notifique, se podrá efectuar el ingreso. Pese a todo, estos usuarios serán sometidos a una «especial vigilancia».

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