Urkullu dice que aunque resulte «desalentador», es necesario limitar las relaciones familiares

Alerta de que las vacaciones de Navidad son un «riesgo» que deberá afrontarse con la prudencia y autoprotección como «única vacuna»

VITORIA, 20

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reconocido que resulta «desalentador» no poder disfrutar con normalidad de las relaciones sociales y familiares debido a la pandemia de coronavirus, pero ha subrayado que este sacrificio que «nos debemos autoimponer» resulta necesario para «salvar vidas», puesto que la tasa de contagio de coronavirus «sigue siendo alta» y los efectos de la vacuna tardarán meses en percibirse.

Urkullu ha respondido, por vía telemática, a algunas de las preguntas más frecuentes de los ciudadanos en relación a la covid-19 y a las medidas adoptadas para contener la pandemia.

En su intervención, ha recordado que las restricciones en vigor incluyen la limitación de las agrupaciones de personas a un máximo de seis individuos, un límite que –salvo cambios en los próximos días– se elevará a diez personas en las festividades del 24 y el 25 de diciembre y del 31 de diciembre y del 1 de enero.

Urkullu ha recordado que esta flexibilización para las principales jornadas de las próximas navidades es una excepción «muy concreta» y limitada a dichas fechas.

Además, tras recordar la importancia de reducir en la mayor medida posible el número de personas con las que se interrelaciona para reducir el riesgo de contagio, ha subrayado que «nadie obliga» a que en esas jornadas se reúnan diez personas, dado que siempre será mejor que se mantenga el máximo de seis individuos.

Asimismo, ha reiterado la recomendación de que, al margen de ese máximo de personas, no se reúnan más de dos unidades convivenciales, con independencia de cuántos integrantes tengan.

De la misma forma, pese a que las restricciones a la movilidad se relajarán en las referidas festividades, ha subrayado que la recomendación –también en los días 24,25 y 31 de diciembre, así como el 1 de enero– seguirá siendo la de evitar, en la mayor medida posible, los desplazamientos, sobre los que ha recordado que contribuyen a la expansión del virus.

«EQUILIBRIO»

Urkullu ha explicado que con esta cierta flexibilización de las restricciones para las fechas navideñas se trata de lograr un «equilibrio» entre la seguridad y el factor «emocional». En todo caso, tras reiterar el llamamiento a la prudencia, ha señalado que el reto de estas próximas fiestas ha de ser lograr que las navidades de 2021 se puedan celebrar «con normalidad».

El lehendakari ha defendido, asimismo, la decisión de restringir la movilidad nocturna, una medida con la que –según ha destacado– se reduce la posibilidad de que se produzcan comportamientos de riesgo en términos sanitario, como botellones o fiestas clandestinas.

También ha argumentado la decisión de prohibir la celebración de desfiles navideños o de pruebas deportivas como las San Silvestre , en las que se congrega un elevado número de personas. Urkullu ha afirmado que permitir la celebración de este tipo de actividades en el contexto actual implicaría asumir un riesgo «innecesario».

Respecto a las restricciones impuestas a la hostelería, ha recordado que ese «no es el único sector afectado» por las medidas adoptadas frente a la pandemia. De hecho, ha destacado el turismo, la cultura y el comercio, entre otras actividades, también están sufriendo un importante impacto por causa de la covid-19.

«RELAJAMIENTO» DE LAS MEDIDAS

Además, ha precisado que el problema en el caso de la hostelería es la actitud de los usuarios, que «relajan» las medidas de prevención en los bares y restaurantes, «principalmente».

«Ha sido habitual ver a grupos de personas conversando animadamente a poca distancia, sin mascarilla y durante periodos prolongados de tiempo. Esto es lo peligroso; es lo que debemos evitar», ha manifestado. El lehendakari ha añadido que cumplir las medidas «a rajatabla» es «la mejor forma de ayudar» a estos sectores.

El lehendakari también ha defendido las medidas impuestas para evitar grandes concentraciones de personas en superficies comerciales, y ha reiterado la importancia de airear de forma correcta las estancias cerradas para evitar la propagación del virus a través del aire. Asimismo, ha recordado que hay que seguir manteniendo la higiene de manos y la distancia interpersonal como medidas de prevención de contagios.

Por otra parte, ha insistido en que las restricciones al consumo de cigarrillos están motivadas por el riesgo de transmisión del virus a través de los aerosoles que puede transportar el humo. En el caso de las restricciones a la práctica deportiva en grupos, ha explicado que de lo que se trata es de evitar contagios porque la respiración agitada e intensa que puede producirse en ese contexto facilita la transmisión del coronavirus.

SOCIEDAD «SOLIDARIA»

El lehendakari, en todo caso, ha querido centrar su mensaje en la importancia de la responsabilidad personal a la hora de reducir el riesgo de contagios. «Ningún decreto puede sustituir lo que como sociedad solidaria podemos hacer», ha manifestado.

Urkullu ha explicado que comprende, porque lo vive «en primera persona», que «resulta desalentador no poder disfrutar de nuestras relaciones sociales y familiares». «Reconozco que nada puede reconfortar ese vacío que nos debemos autoimponer, pero pensemos que estamos salvando vidas», ha manifestado.

De esa forma, ha afirmado que «tan sólo con que consigamosdetener la transmisión del virus hacia una persona más, podríamos conseguir salvar una vida más». «Cumplir las medidas es salvar vidas de nuestros familiares y amigos, nuestra propia vida», ha indicado.

El lehendakari ha subrayado que atender a las recomendaciones y cumplir las medidas establecidas es un ejercicio de «solidaridad» que puede resultar «vital».

En este sentido, y aunque ha reconocido que la llegada de la vacuna es un factor de «esperanza» y «optimismo», ha alertado de que la vacuna «no resuelve el problema que tenemos hoy».

«Me preocupa que nos relajemos y pensemos que esto ya está hecho», ha manifestado Urkullu, quien ha subrayado que las vacaciones de Navidad son un «riesgo» que deberá afrontarse, todavía, sin que la vacuna se haya administrado a la población. «La única vacuna es la máxima prevención y autoprotección», ha advertido.

El lehendakari ha señalado que la tasa de contagio sigue siendo «demasiado alta» y que los efectos de las vacunas «tardaránmeses» en llegar, por lo que ha pedido a los ciudadanos que actúen con «el máximo compromiso y la máxima responsabilidad». «Cumplir las medidas es vital para salvar vidas», ha reiterado.

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