Urkullu anuncia que la Comisión Ética analizará el caso de las vacunas irregulares y reitera su apoyo a la consejera

La oposición insiste en reclamar la dimisión de la consejera por las «mentiras» y el «descontrol» sobre el fármaco contra el coronavirus

VITORIA, 5

La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha planteado una consulta ante la Comisión Ética del Gobierno Vasco sobre el caso de las vacunaciones irregulares contra el coronavirus, según ha anunciado este viernes el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien en todo caso ha reafirmado su respaldo a la consejera y ha afirmado que esta continuará en el cargo.

Urkullu se ha referido de esta forma, en el pleno de control que celebra este viernes el Parlamento Vasco, a la polémica por la administración irregular de la vacuna contra la covid-19 a varios cargos sanitarios y a personas ajenas a Osakidetza, que han recibido el fármaco al margen del protocolo y del orden de prioridades establecido por el Servicio Vasco de Salud.

El lehendakari ha respondido a varias preguntas de la oposición referidas a este caso, por el que EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU, PP+Cs y Vox han reiterado que Sagardui debe dimitir por lo ocurrido.

En su respuesta a los grupos, Urkullu ha asegurado que Sagardui «ha dicho toda la verdad» sobre lo ocurrido y, en referencia a las peticiones de dimisión, ha explicado que «lamentablemente» está «acostumbrado» a esta actitud por parte de la oposición.

Frente a esas demandas, ha reiterado su «apoyo» a la consejera, sobre la que ha subrayado que ha actuado «con total transparencia». Urkullu ha afirmado que una vez que tuvo conocimiento de las vacunaciones irregulares, Sagardui adoptó medidas «inmediatamente», reclamando a los directores de los hospitales de Santa Marina y Basurto que abandonaran el cargo tras salir a la luz que habían recibido la vacuna.

Además, ha subrayado que la responsable de Salud ha comparecido en dos ocasiones ante el Parlamento Vasco para aportar «toda la información» sobre este caso, y que «de ninguna manera» ocultó el problema. De hecho, ha destacado que Sagardui ha reconocido que en el proceso de vacunación se han producido «algunos fallos», y que ha anunciado algunos cambios organizativos para evitar que se pueda repetir lo acontecido.

El lehendakari ha destacado, por todo ello, que Sagardui «está en condiciones» de seguir en el cargo y que «así lo hará». «La actuación ha sido rápida y contundente; informó al Parlamento con total transparencia; ha dicho la verdad», ha manifestado Urkullu, quien ha expresado su «rechazo» a las «acusaciones falsas» que se están realizando «a sabiendas» en torno a este tema.

En todo caso, ha explicado que Sagardui ha elevado una consulta a la Comisión de Ética Pública del Gobierno Vasco, un organismo dedicado a analizar el cumplimiento del Código Ético y de Conducta establecido por el Ejecutivo autonómico para sus cargos.

La consejera, según ha informado el lehendakari, ha informado a la referida comisión sobre «hechos y decisiones» relacionados con las vacunaciones irregulares. En este sentido, Urkullu ha afirmado que «todos los cargos» del Gobierno autonómico «estamos comprometidos con un código ético» cuya evaluación –según ha recordado– corresponde a la Comisión de Ética Pública.

Urkullu ha recordado que en Euskadi se han administrado ya cerca de 50.000 dosis de la vacuna, y que los protocolos «se están cumpliendo», con la excepción de las «dos irregularidades graves» –en referencia a las vacunas administradas a los ya exdirectores de Basurto y Santa Marina– que se han detectado.

El lehendakari, además, ha afirmado que la estrategia de vacunación por la que ha optado el Gobierno Vasco, destinando una parte significativa de las vacunas a mantener una «reserva estratégica» frente a posibles problemas de abastecimiento, se ha revelado como «muy adecuada».

El máximo responsable del Gobierno Vasco ha afirmado que «a quien más daño está ocasionando esta situación es a la propia estructura de Osakidetza y a sus profesionales por el proceder de dos directores con responsabilidad pública». Asimismo, ha señalado que «el factor humano debe ser considerado», y ha reconocido que «no se puede garantizar que no haya errores o comportamientos irregulares».

«No hemos ocultado o negado errores o disfunciones; sabemos que se pueden volver a producir y espero que no sea en el cumplimiento de los protocolos establecidos», ha indicado, antes de señalar que sí puede garantizar que si hay fallos «habrá una reacción rápida y clarificación transparente»; y que si fueran «situaciones graves», como en este caso, habrá una «depuración de responsabilidades y rectificación».

Urkullu ha defendido la «buena labor» de «los profesionales y de los cargos con responsabilidad» en Osakidetza y el Departamento de Salud, y ha insistido en que se trata de «dos irregularidades graves» entre 50.000 vacunaciones, y que «no existe» ninguna crisis en el Departamento de Salud ni en Osakidetza.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Por parte de la oposición, la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera ha vuelto a denunciar las «medidas verdades», la «falta de transparencia», y las «mentiras» de la consejera, así como el «descontrol» del proceso de vacunaciones. Ubera ha asegurado que los responsables del hospital Santa Marina de Bilbao, en el que se realizó una vacunación masiva a toda la plantilla, incluido el propio director del centro, contaron el «permiso» de los responsables de Osakidetza y del Departamento de Salud para obrar de esa manera.

Por ese motivo, ha denunciado que Sagardui está «inhabilitada» para continuar al frente del Departamento de Salud. «¿Un lehendakari puede proteger a una consejera que ha mentido al Parlamento y a los ciudadanos?», ha preguntado a Urkullu.

La portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, ha acusado al Gobierno de utilizar los «incidentes callejeros y criminalizar las luchas sindicales» como «cortinas de humo» para «no hablar del escándalo de las vacunas privilegiadas». «En Euskadi se ha vacunado ilegalmente y se han vacunado exconcejales de su partido político y altos cargos médicos», ha asegurado.

Asimismo, ha defendido que su formación no va dejar que se «cierre en falso» este asunto, y ha insistido en que la campaña de vacunación se ha desarrollado con «irregularidad y opacidad» en Euskadi, por lo que ha pedido a Urkullu que suspenda a Sagardui de su cargo, trabaje con la oposición, e investigue lo sucedido. «Yo creo que usted no se ha vacunado, pero nos surgen dudas sobre cuántas personas se han podido vacunar de su partido y sobre si algún miembro de su Gobierno lo habrá hecho», ha afirmado, dirigiéndose al lehendakari.

Desde la coalición PP+Cs, Carlos Iturgaiz ha pedido a Urkullu que «no mezcle la buena labor de los profesionales sanitarios con lo que está ocurriendo con las vacunaciones irregulares para relativizar el tema, como hace el PNV». Iturgaiz ha criticado que el lehendakari hable de dos vacunas irregulares, «cuando se trata de decenas» y ha insistido en que Urkullu «debe actuar» porque la consejera «debería ser ya exconsejera».

«Es un momento crucial; la consejera no ha estado a la altura, ha faltado a la verdad; está bajo sospecha e inhabilitada para dirigir la lucha contra la pandemia», ha subrayado. Asimismo, ha acusado a Urkullu de mantener una actitud «negacionista ante este escándalo», y se ha preguntado «dónde está la ejemplaridad del lehendakari y del Gobierno».

Por su parte, la parlamentaria de Vox Amaia Martínez ha denunciado que la campaña de vacunación es un «desastre» y que no existe un protocolo «claro» sobre los colectivos a los que se ha de administrar el fármaco en primer lugar. Martínez ha reiterado que la consejera debe dimitir por el «terremoto» que ha supuesto este caso.

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