Escrivá tacha el debate sobre inflación y pensiones de «artificial» e «interesado»
Dice que volver a la ley del 0,25% haría perder 1.300 euros de renta para una pensión media
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha afirmado este martes que el debate actual sobre los problemas de indexar las pensiones al IPC es «completamente artificial», no existe en ningún país europeo, y se ha creado «desde ámbitos interesados».
En declaraciones a los medios en el marco de la reunión ministerial de Empleo y Trabajo organizada por la OCDE en París, Escrivá ha subrayado que la vinculación de las pensiones con el IPC ó con IPC y salarios «ocurre en todos los países del entorno español» y que la anomalía la constituía España, situación que se corrigió con la reforma que entró en vigor a principios de este año.
El ministro ha hecho hincapié en el amplio consenso del Pacto de Toledo para ligar las pensiones al IPC y ha denunciado que «hay algún partido» político que «más que oponerse, tiene un discurso confuso sobre esto e intenta hacer ruido».
«Pero evidentemente no creo que nadie quiera volver a la ley de 2013. Y si alguien quiere volver, que sea consciente de que eso significaría que en el conjunto de 2022 se perderían 1.300 euros de renta para una pensión media», ha señalado Escrivá, que ha insistido en que el Gobierno cumplirá con la ley actual y subirá las pensiones con la inflación.
En cuanto a las advertencias de que esto supondría un alto coste para el Estado, el ministro ha subrayado que el debate sobre el coste está «muy sesgado» porque sólo se mira por el lado de los gastos y no por el de los ingresos, que están creciendo a tasas del 8% gracias al buen funcionamiento del mercado laboral.
Además, ha destacado que la situación financiera de la Seguridad Social es «sólida», con un déficit previsto para este año del 0,5% del PIB, inferior al 0,9% de 2021, y en camino de conseguir la estabilidad presupuestaria.
Respecto a las críticas que realizó en su día la OCDE a la reforma de pensiones, Escrivá cree que hizo un análisis «muy precipitado» de la misma, pues aún no estaba aprobada. «No entendió bien la reforma, porque hemos sustituido el factor de sostenibilidad por un mecanismo semiautomático que es mucho más moderno, elegante y sólido», ha señalado.