UPTA denuncia que Hacienda impide a 1,4 millones de autónomos deducirse sus gastos de manutención
La organización de autónomos UPTA ha denunciado este jueves que 1,4 millones de trabajadores por cuenta propia no pueden deducirse en el IRPF sus gastos de manutención por los criterios «restrictivos» que está aplicando la Agencia Tributaria a la hora de valorar estas deducciones.
UPTA recuerda que la Ley de Medidas Urgentes del Trabajo Autónomo, aprobada en octubre de 2017, estableció que los trabajadores autónomos podrían deducir los gastos de manutención hasta un máximo de 27,27 euros diarios (48 euros en el extranjero) en concepto de gastos de dietas y manutención.
Los requisitos, señala UPTA, únicamente se referían a que el gasto se generase en el desarrollo de la actividad económica, en establecimientos de restauración, y que el pago se efectuase por medios telemáticos.
Sin embargo, la organización denuncia que la realidad es bien distinta, pues «la interpretación de la Agencia Tributaria sigue siendo restrictiva». «Continúa siendo imposible deducir los gastos de manutención en los que incurren miles de autónomos cuando por necesidades de su actividad tienen que desplazarse fuera de su domicilio para realizar su trabajo», avisa UPTA.
El presidente de esta organización, Eduardo Abad, ha afirmado que a los autónomos «les mintieron en la negociación de esta Ley». «Lo peor es que siguen sin resolver el problema los que en su día ocupaban la bancada de la oposición y ahora gobiernan. Es un auténtico despropósito y no podemos continuar así», ha añadido.
UPTA afirma haber presentado en «multitud de ocasiones» una propuesta para resolver definitivamente cualquier tipo de interpretación equívoca, mediante un sistema en el que se define claramente la jornada de trabajo, dejando prueba efectiva del gasto legible, y que incorpora los pagos indirectos como un medio adecuado para realizar la transacción dineraria.
La organización también ha reclamado la reforma de la aplicación de las deducciones de los gastos de suministros en la vivienda destinada a la realización de la actividad económica.
«En este caso, la reforma ha sido aún más sangrante, puesto que de poder deducirse el 30% de los gastos de suministros, hemos pasado a poder deducir el 30% de los gastos de un máximo del 30% de los metros cuadrados declarados como superficie útil de trabajo, lo que en realidad se ha convertido en un 9% como máximo de deducción total», se queja Abad.