UPA resalta la labor de agricultores y ganaderos para garantizar el suministro de alimentos durante 2020
VALLADOLID, 18
La organización profesional agraria UPA ha realizado un balance del año 2020 marcado por el coronavirus y ha resaltado la labor de agricultores y ganaderos para garantizar el suministro de alimentos durante 2020.
UPA ha recordado que la llegada del coronavirus coincidió con las protestas unánimes que sacaron a miles de profesionales agrarios a las calles de las capitales.
La organización agraria ha defendido la agricultura y ganadería familiar que «ha demostrado que en cuanto a factores cualitativos tiene más que ofrecer que otros modelos agrarios» por «su protección de los recursos naturales, su vertebración del territorio y las garantías que aporta a la seguridad alimentaria».
El balance del año agrario en Castilla y León puede resumirse en que la agricultura y ganadería familiar «siguieron trabajando durante este año de forma modélica haciendo frente a una importante crisis de bajos precios y altos costes de producción, lo que ha afectado a la rentabilidad de prácticamente todos los sectores».
Los bajos precios generalizados han lastrado, a juicio de UPA, las «buenas producciones» y la «cambiante climatología» ha hecho «patente la necesidad de mejorar el sistema de seguros agrarios para reducir los riesgos de producción».
El debate sobre la PAC se ha iniciado conociendo las primeras reglas de juego que entrarán en vigor en 2023, aunque «nace lastrado por el Brexit y por las incertidumbres presupuestarias de la Unión Europea». «Los acuerdos y desacuerdos comerciales han continuado perjudicando a la agricultura y ganadería familiar de Castilla y León, por los aranceles impuestos por Estados Unidos o los diversos acuerdos comerciales con terceros países», ha apuntado.
De cara a esta nueva PAC, la organización agraria aboga por seguir manteniendo las ayudas asociadas ligadas tanto a la agricultura como a la ganadería con mejoras respecto a los importes actuales para mantener a los sectores que más están sometidos a grandes riesgos e inestabilidades debido a la volatilidad y competencia de los mercados.
También ha exigido que los sectores ganaderos básicos sean apoyados estableciendo un pago por cabeza de ganado, atendiendo especialmente a aquellas producciones que cuentan con escasa base territorial, como son el caso del ovino y caprino, vacuno de leche y vacuno de cebo.
A nivel general, UPA confía en que las expectativas para el 2021 sean «más optimistas» y mejoren respecto al 2020 en producciones y sobre todo a nivel de precios, puesto que de poco servirían mejores cosechas si no se traducen en mejores cotizaciones en origen y una justa rentabilidad en el sector primario.
Por otro lado, el año 2021 será «clave» para conocer qué ocurrirá con la política agraria comunitaria en los próximos años, puesto que «la propia supervivencia del modelo familiar agrario, mayoritario en Castilla y León, está en juego si se reducen los pagos compensatorios».
En cuanto a la pandemia, los sectores más dirigidos al canal Horeca deberían ver resuelto el problema que tanto ha lastrado la economía del sector durante este año 2020, y por lo tanto deberían dejar de sufrir bajadas en sus ventas como ha ocurrido en vacuno, ovino y caprino (tanto lácteo como de carne) o el vino, entre otros.